El chalé que Globalia pagó a Ábalos en Marbella estaba justo al lado del prostíbulo Milady Palace
La UCO ha remitido un informe al Supremo donde ratifica lo que publicó este periódico en noviembre de 2024

Vista aérea de la parcela donde estaban el chalé de Ábalos y el prostíbulo.
El chalé que acogió al exministro José Luis Ábalos durante sus días de descanso veraniego en 2020 tenía una vecindad, cuanto menos, peculiar: justo al lado se encontraba el prostíbulo Milady Palace de en Marbella. Así lo destapó este periódico en noviembre del año pasado y lo ha confirmado este jueves un nuevo informe de la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil remitido al Tribunal Supremo, y al que ha tenido acceso THE OBJECTIVE.
La UCO encontrado diferentes mensajes que evidencian lo que destapó este diario: Globalia, empresa matriz de Air Europa, abonó al exministro el alquiler de la villa en agosto de 2020, meses antes de recibir la ayuda pública de 475 millones de euros que el Gobierno le concedió en noviembre de ese año. Los investigadores sostienen que se trató de una contraprestación por mediar para que se publicara una nota de prensa para adelantar a los medios el rescate.
Así pues, Ábalos veraneó en 2020 en una villa de lujo en Marbella la urbanización Villa Parra Palomeras, contigua al célebre lupanar, durante un periodo de tres semanas y por el que se abonó un importe cercano a los 20.000 euros. Fuentes relacionadas con la explotación del inmueble confirmaron a este periódico que «no pagó él», en referencia a Ábalos. Otras fuentes presenciales desvelaron que durante su estancia recibió la visita del entonces CEO de Globalia, Javier Hidalgo, y su consejero, Víctor de Aldama, para asegurarse que «todo estaba a su gusto».
Eso sí, el burdel estaba cerrado por entonces a cal y canto debido a las restricciones sanitarias impuestas por la pandemia. Curiosamente, tanto la vivienda como el club nocturno comparten dueño: la sociedad Kid Class SL, como pudo verificar este medio en los documentos del Registro de la Propiedad.
Separados únicamente por un seto que hace las veces de frontera diplomática entre el relax ministerial y el ocio adulto, ni la casa ni el club figuran como inmuebles separados ante notario. Así consta en la nota simple, donde queda claro que ambos están integrados en una única parcela ubicada en la Urbanización Villa Parra Palomeras. Todo queda en familia… societaria, se entiende.
Verano Covid, rescate de Air Europa
El contexto no es menor: aquel fue el verano del Covid, cuando el Ejecutivo se encontraba en plena negociación con Globalia para sacar adelante el rescate de Air Europa. La escapada de Ábalos a Marbella arrancó en la primera semana de agosto, justo dos semanas después de una intensa ronda de reuniones tripartitas entre el Gobierno y la cúpula de la aerolínea.
Primero, el encuentro entre Pedro Sánchez, Nadia Calviño y el propio Ábalos. Después, una reunión con Calviño, el entonces CEO de Globalia, Javier Hidalgo, y su conseguidor de cabecera, Víctor de Aldama. Y, como colofón, otra cita en la sede de Globalia entre Hidalgo, Aldama y Begoña Gómez.
Fue el 8 de agosto, con Ábalos ya instalado en su retiro marbellí, cuando los medios de comunicación informaron de que «el Gobierno ultima el rescate de Air Europa». La confirmación oficial no llegó hasta tres meses después, el 3 de noviembre de 2020, cuando el Consejo de Ministros dio luz verde a la operación: 475 millones de euros, procedentes del fondo de la SEPI, destinados a salvar a la compañía de la familia Hidalgo.
En paralelo, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil ha puesto el foco en el papel jugado por la red de influencias en torno a Koldo y Ábalos. Según su informe más reciente, las conversaciones extraídas de los dispositivos electrónicos intervenidos permiten «apreciar de manera indiciaria» cómo Aldama habría utilizado su cercanía con el entorno Ábalos-Koldo para empujar en la dirección deseada el rescate de la aerolínea.
Entre las joyas del sumario figura un mensaje enviado el mismo 8 de agosto, cuando la noticia ya había saltado a la prensa. En él, el comisionista Aldama suelta una reprimenda, a caballo entre el colegueo y la regañina, a Javier Hidalgo: «A ver cuándo reconoces que hay cosas que se hacen bien, imbécil, que mira que te cuesta». Un broche verbal digno de esta tragicomedia nacional.