«Todo el mundo me dice que tengo que salir adelante, que no puedo anclarme en el pasado». Así justificaba hoy Roberto Dueñas, de Móstoles, su controvertida decisión de dar en adopción a su hijo, que le recuerda mucho a su expareja. «Son físicamente clavados, y de actitud también», insiste. Dice que mirar al niño a los ojos es «recordar momentos de mi relación que me impiden pasar página, y un padre melancólico e infeliz tampoco le viene bien al crío».
«Se fue dejándome al niño y llevándose toda mi colección de vinilos de rock progresivo», denuncia pidiendo empatía a su entorno. «Un entorno de personas que llevan meses insistiéndome para que me olvide de mi ex y que, sin embargo, se escandalizan ahora que finalmente les estoy haciendo caso», lamenta.
Nuria Díez Richart, asistente social experta en adopciones, asegura que «por indecente que sea la decisión de este padre, es probable que se salga con la suya porque está demostrando que es incapaz de darle al niño el amor que necesita». Antes, eso sí, se intentará localizar a la madre, aunque Dueñas asegura que «me dejó al niño precisamente porque le recordaba a mí».
El hijo de Roberto Dueñas ha expresado su deseo de ser adoptado por su abuela paterna, que le recuerda mucho al pokémon Snorlax.