Los populares han enmendado el texto de la nueva ley del aborto que se encuentra en trámite en el Senado tras ser aprobado por el Congreso en diciembre, y que, de ser aprobada, sustituirá la norma vigente, aprobada en el Gobierno de Rajoy. En 184 enmiendas, los populares recogen, entre otras medidas, que se garantice un período obligatorio de nueve meses para que las mujeres se replanteen su decisión de abortar. Según el partido conservador, es una decisión tan importante que no es planteable despacharla en un período inferior.
«Es una medida que garantiza que la mujer tiene toda la información disponible, es decir, el bebé en brazos, para saber si quiere seguir adelante con el embarazo», explica un senador del partido de Feijóo.
Esta reforma que pretende tramitar el PP está alineada con el debate abierto estas semanas en Castilla y León. El vicepresidente de la Junta, Juan García-Gallardo, dijo hace unos días: «Durante el embarazo [las mujeres] se ponen un poco… emocionales, digamos. Y es difícil valorar nada en esos días tan especiales, con tanto llanto y demás… En cambio, una vez recuperen su estado normal, podrán decir ‘ostras, pues sí, hubiera sido mejor abortar’, aunque ya sea tarde para hacerlo».
Desde el PP y Vox consideran que nueve meses «incluso podrían ser pocos» y proponen ampliar paulatinamente ese plazo de reflexión hasta los 12 años, cuando la madre y el feto (ya un niño) puedan hablar «de tú a tú» y decidir sobre la continuidad del embarazo con «toda la información disponible».
Ambas formaciones proponen, como en Castilla y León, que el aborto tenga lugar «extrauterinamente, postparto» y mediante listas de espera de la Seguridad Social, «tal y como ya se está haciendo ahora».
Isabel Díaz Ayuso ha querido recordar que en Madrid el período de espera para abortar es de 85 años, cuando el feto es un anciano y accede a una residencia de mayores, donde es abortado de forma automática.
