Buenos días:
Termina el año y echamos la vista atrás de la mano de los editores y las editoras de The Conversation.
2021 ha sido un año raro y largo. También convulso.
La pandemia ha seguido su curso, solo alterado por la vacunación: algo más del 58% de la población mundial con al menos una dosis, pero solo el 8,4% de la población de los países pobres. En resumen, logramos vacunar pero olvidamos lo que significa una pandemia.
A la crisis sanitaria se añade la crisis de salud mental, con niños, adolescentes y sanitarios como los más afectados.
En Educación, un año marcado por la vuelta a las clases “presenciales” tras el duro paréntesis del confinamiento ha sido de grandes cambios en el panorama de la educación formal en España. Y no sólo en el terreno legislativo, en el que la puesta en marcha de la LOMLOE ha traído ríos de análisis y reflexiones acerca de sus aciertos y omisiones. En el terreno pedagógico, los expertos, marcados por el impacto de los meses de educación en línea, han querido sacar lecciones de la experiencia.
La emergencia climática sigue su curso sin que hayamos logrado medidas globales de contención real del calentamiento global. Y el tiempo se acaba. Decisiones lentas frente a un cambio climático que se acelera.
Energía, deuda, inflación, derechos laborales y sociales… En lo económico, quizá acertara aquel economista que nos habló de la llegada de la era del desorden.
En Afganistán, los derechos de las mujeres ya no lo son desde que el pasado verano Estados Unidos se marchó y los talibanes terminaron de ocupar el país. Dentro queda una sociedad a merced de un gobierno terrorista que debe enfrentarse a su propio futuro. El mundo entero está obligado a no dar la espalda a los miles de afganos que siguen intentando salir del país, especialmente a las mujeres.
En 2021 pensábamos que íbamos a dejar atrás la tristeza de 2020 pero nos vimos confrontados con nuevas amenazas. Para los habitantes de La Palma ha sido un año volcánico. Afortunadamente, lo terminan diciendo adiós a una erupción que a muchos ha despojado de sus viviendas y propiedades, y a todos nos mantuvo en vilo durante tres meses.
Ni el volcán de La Palma, ni ómicron, ni la crisis climática, ni Afganistán. Ningún evento extraordinario ha permitido dejar de lado la salud la mujer este 2021 en The Conversation. Aunque las investigaciones que velan por alcanzar su bienestar y garantizar sus derechos están en auge, no podíamos dejar de recordar las carencias que todavía existen en torno al conocimiento de su salud.
En definitiva, este 2021 ha sido el año de la marmota, en el que vivimos en constantes altibajos pandémicos, cansados, física, mental y existencialmente. Han sido muchos meses de enfermedad, normas, restricciones, miedos e impedimentos, y hemos necesitado buscar esperanza y sentido a nuestro alrededor. Estamos interesados en todo lo que sucede “ahí fuera”, pero “ahí fuera” están sucediendo muchísimas más cosas de las que parece.
Para acabar, dos apuntes relacionados con la divulgación del conocimiento:
Por un lado, una buena noticia. Este mes de diciembre, por primera vez desde que nació la edición en español de The Conversation, las firmas de mujeres han superado en número a las de hombres: 140 frente a 131. En total, hasta la fecha la proporción es de 42,1% de firmas de mujeres frente a 57,9% de hombres, unos porcentajes de paridad que, día tras día, van convergiendo.
Terminamos con una amplia reflexión sobre la comunicación de la ciencia firmada por José Antonio Plaza, responsable de comunicación del Instituto de Salud Carlos III: “En estos dos años de pandemia, la ciencia nunca había sido tan prolífica, ni tan mediática, durante tanto tiempo ni con tanta intensidad, una realidad que puede influir en cómo se desarrollan algunos
cambios en la comunicación de la ciencia. La pandemia no solo está cambiando la ciencia sino también nuestra forma de contarla”.
Si usted es pesimista, ánimo. Si es optimista, enhorabuena. Y a todos…
Salud,
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