Las juntas de accionistas de CaixaBank y Bankia han dado luz verde a la operación de fusión de ambas entidades y, para que se haga una realidad, ahora empieza la parte más compleja.
Es necesario que las autoridades reguladoras den su visto bueno, lo que se espera termine en febrero del próximo año, y luego empezará el proceso de integración tecnológica, de configuración de una oferta de productos y servicios única, de la plena i
Para seguir leyendo hágase Premium
Pruébelo por 1€ el primer mes
y disfrute de acceso ilimitado a todo el contenido web de Expansión
O suscríbase con su cuenta de Google en dos clics