Tras 420 años de cavilaciones, Hamlet, el príncipe de Dinamarca, ha llegado a la conclusión de que, entre ser y no ser, «es mejor no ser», según ha podido saber hoy la prensa. «Quizá es porque me pilla en un día un poco chof, pero ahora mismo, si me preguntas… tengo clarísimo que es mucho mejor no ser que ser», ha confirmado Hamlet a los medios, dando por zanjada la cuestión.
«Ser tiene ventajas, pero tiene muchos inconvenientes. En cambio, no ser no tiene ni ventajas ni inconvenientes y eso, a mi juicio, es muchísimo mejor, hay cierta perfección en la no existencia, ¿no? No sé, es una paranoia», ha insistido Hamlet, aunque admite que él es muy de «rayarse».
«Palabras, palabras, palabras», ha dicho.
Tras la resolución del dilema, Hamlet intentará descubrir qué es exactamente lo que huele a podrido en Dinamarca, aunque no descarta que el olor proceda de la calavera putrefacta que está sujetando.