Terapia ocupacional, una profesión muy humana que busca el reconocimiento social

La terapia ocupacional es una disciplina sociosanitaria cuyo objetivo principal es potenciar al máximo la independencia y la autonomía de la persona, que haga por ella misma todas las tareas, sea cual sea su rango de edad o su situación personal. La terapia ocupacional puede estar presente desde el minuto cero de la vida, por ejemplo, en un neonato que no tenga el reflejo de succión, hasta en un paciente en cuidados paliativos. 

El Colegio Oficial de Terapeutas Ocupacionales de Extremadura (Coptoex) destaca que siendo la rehabilitación clave en la recuperación de los efectos secundarios del covid-19 no se ha implementado el papel del terapeuta ocupacional en la recuperación de los pacientes, lo que merma sensiblemente la capacidad de mejora, como sucede también con patologías como el ictus. La ausencia de terapeutas ocupacionales en unidades de ictus extremeñas es también otra de las reclamaciones del colectivo.

Sara Chimento-Díaz, vocal del Coptoex, afirma que «la terapia ocupacional es un todo y su objetivo es que la persona sea autónoma e independiente. Somos el copiloto de vida del paciente y le ayudamos a mejorar en su viaje».

En Extremadura hay cerca de 800 profesionales inscritos en el Colegio Oficial de Terapeutas Ocupacionales de Extremadura, que aboga por la colegiación obligatoria de los profesionales.

Cluedo ocupacional

En aras de dar una mayor visibilidad a este colectivo profesional se celebró el pasado mes de octubre en Cáceres el primer Cluedo Ocupacional de la historia de la profesión. Funcionó mucho mejor de lo esperado, a pesar de que las expectativas estaban, de entrada, muy altas. Hubo una excelente participación, con una gran implicación del Ayuntamiento de Cáceres y de la Universidad de Extremadura. «Las sensaciones generales fueron muy satisfactorias. Las instituciones nos cedieron espacio y nos dejaron hacer. Lo que queremos es crear un hábito y que la actividad se repitiera, pues muestra al ciudadano de una forma muy amena qué es la terapia ocupacional. Además empleamos técnicas muy pionera», explica Sara.

La formación es una de las piedras angulares de este colectivo. Coptoex colabora con la Escuela de Ciencias de la Salud, especialmente en aspectos de carácter sanitario. El último curso que se desarrolló en la Escuela de Ciencias de la Salud fue de neurodesarrollo infantil. También la investigación es otra de las líneas de trabajo de los terapeutas ocupacionales. «Sin la investigación no hay futuro para la profesión. Tenemos cursos sobre investigación cuantitativa y cualitativa», explica Sara. El Coptoex también ofrece a sus colegiados ayudas para la investigación, que se publican todos los años. «Las solicitudes se incrementan cada año y tenemos bastantes terapeutas ocupacionales que se abren camino en el mundo científico. Se trata de proyectos muy diversos, al igual que es esta disciplina sociosanitaria», añade la vocal del Coptoex. 

SES

Una de las grandes asignaturas pendientes del colectivo es la incorporación de profesionales al Servicio Extremeño de Salud. En la actualidad, hay solo unos pocos que se encuentran ya a punto de jubilarse. «Más que un deseo, se trata de una necesidad pero no solo para el Coptoex, sino de cara a la sociedad extremeña. El detrimento en la calidad de vida que conlleva no tener apenas terapeutas ocupacionales en el SES es algo muy costoso a nivel sanitario y social. Ahora estamos retomando las conversaciones con el SES al respecto», sentencia.

En cuanto al intrusismo profesional, es también un problema porque los límites competenciales están a veces difusos. Afortunadamente hay una comisión en el consejo general de colegios que se encarga en un futuro ayudará a identificar esas situaciones. La profesión de terapeuta ocupacional camina lenta pero segura hacia un mayor reconocimiento social. A pesar de una trayectoria de más de cien años, todavía persiste un gran grado de desconocimiento. «Creemos que con los avances en investigación y el reconocimiento de la población cada vez será una profesión más reconocida», concluye Sara Chimento-Díaz.