Estados Unidos ha visto en las últimas décadas el avance en su seno de una tragedia insidiosa. Y es que, desde los años noventa hasta ahora, el aumento de adictos a las drogas opioides (emparentadas, por ejemplo, con la heroína o el opio) se ha multiplicado, en paralelo a las muertes por sobredosis.

Para ponernos en contexto, en los últimos 20 años ha perdido la vida más de medio millón de personas en el país norteamericano por este motivo. Y la cifra crece: en 2021, según los datos que maneja el propio gobierno del país, siguen falleciendo por sobredosis de opioides más de 90 norteamericanos; entre abril de 2020 y el mismo mes de este año, los muertos fueron 100.000.

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