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Los libros aparentan sabiduría, son confusos y dañinos. No dejes de leer

La invención de la imprenta supuso una revolución sobre el mundo del conocimiento como nunca antes la hubo. La publicación de libros que trajo consigo hizo llegar un conocimiento que se limitaba a un grupo minoritario a una inmensa mayoría, transformando el acceso a la información y al pensamiento de forma irremediable.
El uso de la imprenta supuso una democratización de la cultura y aumentó el nivel de conocimiento de una gran parte de la población, además de modificar nuestra forma de pensar, no sólo en cuando a la adquisición de ideas, sino en la manera en que nuestra mente trabaja y procesa la información, dejando en un segundo plano aspectos tan fundamentales antes de su invención como la memoria.
Esta revolución, gestada con el invento de Gutenberg, sólo es equiparable a la aparición de los dispositivos electrónicos e internet que se está gestando en las últimas décadas. 
Pero la aparición de la imprenta y lo que supuso tuvo también sus detractores y reticencias, personas y razonamientos que veían que este invento, imparable en su desarrollo, sería la causa de nuevos inconvenientes y problemas.
Todo lo que tratamos en esta publicación sobre la imprenta, los libros y nuestra relación con ellos puede ser leído y aplicado de forma prácticamente idéntica sustituyendo estos términos por Internet y los dispositivos en los que los utilizamos.
Te propongo un recorrido por la revolución que provocó el invento de la imprenta en el uso de los libros, sus características y detractores, todo leído con la misma mirada con que podemos hablar de la revolución que está provocando Internet. Si te gusta... ¡Comparte, comenta, sugiere! 


Antes de comenzar retrocedamos varios siglos.
Poco conocemos de uno de los pensadores más grandes de todos los tiempos, Sócrates, ya que no nos ha llegado ningún escrito suyo, posiblemente porque nunca llegó a escribir sus ideas. Lo que nos ha llegado de su pensamiento se debe a distintas fuentes: los diálogos de Platón y de Jenofonte y por algunas obras de Aristófanes
Los Diálogos de Platón son, sin duda, los escritos más prolijos y completos que tratan del pensamiento socrático, aunque siempre nos queda en el aire la duda de si Platón nos presenta al verdadero filósofo o sólo asistimos, a través de sus escritos, a la imagen del que podríamos llamar Sócrates platónico.
Nacido aproximadamente el año 427 a. C., Platón de Atenas fue uno de los grandes pensadores de la Grecia clásica, seguidor, desde que lo escuchó con aproximadamente veintisiete años, de Sócrates y que, tras su fallecimiento, siguió con Crátilo discípulo de Heráclito y Hermógenes que lo fue de Parménides, para continuar con Euclides de Megara y otros discípulos de SócratesCon, alrededor de cuarenta años fundó la Academia de Atenas, un lugar donde impartía sus enseñanzas, y que llegó a perdurar durante novecientos años.
Platón es uno de los pocos autores clásicos de los que parece que se conserva toda su obra literaria, escrita, fundamentalmente en forma de diálogo sobre una gran variedad de temas como filosofía, ética, política, metafísica, antropología o cosmología entre otros.
En la mayorías de sus diálogos, Platón sitúa la figura de Sócrates quien desarrolla debates de cariz filosófico con distintos interlocutores a través de diversas técnicas como el comentario indirecto, la digresión -en que se introduce una pausa en el discurso para plantear otro tema- y el relato mitológico, además de los monólogos.
Escrito en su época de madurez junto a los diálogos más conocidos como Fedón, El Banquete o La República, Fedro trata temas como la belleza o el amor. 
En este diálogo, Platón dirige la conversación entre el protagonista y Sócrates hacia la necesidad y conveniencia de escribir. El filósofo le habla del dios egipcio Theuth quien descubrió los números, el cálculo, la geometría y la astronomía, además de algunos juegos y las letras. El dios la mostró al faraón Thamus quien las fue valorando en un intercambio de tú a tú entre deidades. Theuth precisó que las letras harían más sabios a los egipcios al ser un fármaco de la memoria y la sabiduría, a lo que el faraón respondió que, simplemente, este arte sería apariencia de sabiduría y no verdad. De esta manera, Sócrates, un filósofo que no nos dejó nada escrito, se posicionó sobre el descubrimiento del arte de las letras.


Conrad von Gessner, considerado uno de los padres de la zoología fue un incansable naturalista y bibliófilo suizo, un erudito que vivió en el siglo XVI, cuando la imprenta ya llevaba unos años de desarrollo y que ya anunciaba algunos de los inconvenientes que él encontraba en la proliferación de información que traería la difusión de los libros. A él pertenece una frase, dicha hace más cuatrocientos años, que aún hoy escuchamos con frecuencia, aplicada en este caso a Internet«La sobredosis de información es confusa y dañina para la mente humana», con la que hacía referencia a la gran cantidad de información que se tiene al alcance, además de la pérdida del uso de la memoria, tan fundamental en los siglos anteriores. Von Gessner dedicó sus esfuerzos a solventar estos peligros siendo el autor de uno de los primeros índices bibliográficos de nuestra cultura.


Pocos personajes se nos vendrán antes a la memoria al tratar sobre estos peligros que anunciaba Gessner como el creado por Cervantes. En el mismo siglo en que el naturalista hacía uno de los primeros índices bibliográficos que se conocen, en el que aparecen ya más de mil ochocientos autores de toda la historia, ordenados alfabéticamente con los títulos sus obras y valoraciones y comentarios de las mismas, un personaje como Don Quijote es el ejemplo de esa proliferación de información que había que administrar en la mente y que podía acabar afectando a quienes no supieran gestionarla.
Siendo una parodia y una crítica de determinados tipos de libros, en esta ocasión los de caballería, la obra de Cervantes presenta un fresco y un retrato único e inigualable de la sociedad de su época, teniendo una rápida difusión por la modernidad del relato en toda Europa.
Su personaje se ha llevado a los escenarios en multitud de ocasiones, tanto en versiones para ópera como para ballet. De las primeras, podemos citar las versiones que Henry Purcell, Telemann, Mendelssohn, Donizetti, Massenet, Ravel, Falla, Richard Strauss o Henze hicieron a partir del personaje cervantino, bien de a partir de la novela, bien a partir de algunas de sus historias. 

Georg-Philipp Telemann está considerado el compositor más prolífico de todos los tiempos con más de ochocientas obras reconocidas, aunque los últimos estudios lo acercan a las tres mil, de las cuales muchas han desaparecido. Autodidacta, contemporáneo de Händel y Bach, el personaje de Cervantes le atrajo hasta el punto de estrenar su ópera Don Quixote en 1761 cuando contaba ochenta años de edad. Varias décadas antes, alrededor de 1716, había compuesto una obra inspirada en el personaje, enmarcada dentro de las obras de inspiración francesa que realizó, su Suite Burlesque de Quixotte, una obra para orquesta de cuerdas y bajo continuo que se enmarcaba dentro del estilo barroco de comienzos del XVIII.
La suite tiene un carácter ligero y leve, casi humorístico, con una división en episodios bien diferenciados. 
Nos acompaña una versión interpretada por la Norwegian Chamber Orchestra dirigida por Terje Tønnesen perteneciente a las Hørbar Concert Series que se celebró en Sentralen, Oslo.
La obra comienza con un redoble de la percusión mientras se sientan los intérpretes y rebosa de humor y delicadeza. Sus partes se pueden seguir a partir de estas indicaciones:
   0'        Overture
4'18''     Le reveille de Quixote (El despertar de don Quijote), donde Telemann se centra y recrea de forma expresamente humorística en la respiración del protagonista mientras duerme.
6'43''     Son attaque des moulens a vent (El ataque a los molinos de viento), un movimiento contrastante y agitado en el que incorpora las castañuelas.
8'00''     Les soupirs amoureux apres la Princesse Dulcinèe (Suspiros de amor por Dulcinea), en el que podemos sentir los continuos ¡ay! que se le escapan al enamorado protagonista.
9'53''     Le galop de Rosiante alternat, avec sequent (El galope de Rocinante), un movimiento entre descriptivo y humorístico del caminar y relinchar del caballo en el que vuelven a aparecer las castañuelas y finaliza con un relincho disonante.
11'40''    La couché de Quixotte (El sueño de Don Quijote), un alegre y agitado movimiento en que el compositor nos deja asistir a la intimidad de los épicos sueños del protagonista.  


El desarrollo de la imprenta vino a revolucionar el mundo del conocimiento, durante muchos siglos al alcance de unos pocos privilegiados, para situarlo al alcance de todos, una posibilidad que transformó el conocimiento pese a que, aún en la actualidad, haya millones de personas no iniciadas en el conocimiento más elemental de las letras.


Profesor de Historia Cultural en la Universidad de Cambridge y miembro del Emmanuel College, Peter Burke es un historiador británico especializado en Historia Moderna y en temas relacionados con la sociología y la cultura. Su trabajo se inscribe en la Nueva Historia, una corriente que surge a partir de los cambios producidos en algunas academias europeas, especialmente francesas, inglesas y alemanas, en las décadas de los años 70 y 80 del pasado siglo, que busca centrar el objeto de estudio en cualquier tipo de actividad humana, frente a la Escuela Tradicional del XIX que se centraba de manera principal en los hechos meramente políticos.
En De Gutenberg a Internet: Una historia social de los medios de comunicación, Peter Burke, en colaboración con Asa Briggs, analiza el panorama de los medios de comunicación, así como el contexto social y cultural en que se desarrollaron a lo largo de los últimos siglos, trazando el recorrido que siguieron hasta llegar a configurarse tal como los conocemos en la actualidad.
En su capítulo La revolución de la imprenta en su contexto, Burke y Briggs analizan el escenario en que se desarrolló el invento de Gutenberg hasta el final del siglo XIX.
El texto que nos acompaña trata de los detractores del nuevo escenario y algunas de las narraciones catastrofistas que presentaron, del nacimiento y desarrollo de los periódicos que ahondaron en el descontento de los poderes establecidos al comprobar que les hacían perder autoridad, además de la necesidad de recuperar la información y seleccionar la que nos interese. Todo ello supuso el establecimiento e incremento de las bibliotecas, los índices bibliográficos y el nacimiento de un nuevo gremio, los libreros.
Nada que no hayamos oído en los últimos años.


Continuando con este acercamiento a los peligros que los detractores de este revolucionario invento presagiaban, nos acompaña uno de los números más inolvidables del grupo argentino Les Luthiers, en los que no saber administrar el exceso de información que aparece en los escritos determina irremediablemente el desarrollo de la pieza.
Obra de uno de los más grandes compositores imaginarios creados, Johann Sebastian Mastropiero, el madrigal para voces e instrumentos La bella y graciosa moza marchose a lavar la ropa nos sumerge en el irónico y paródico universo de este genial grupo humorístico musical.


La Nueva Historia en la que se inscribe la obra de Burke pretende ser una Historia Total que evita centrarse en la historia política que se basaba en el estudio de las altas jerarquías sociales, para centrar el objetivo de su estudio en todas las capas de la sociedad, sin limitarse a los documentos escritos, buscando obtener la información de las fuentes que resulten más convenientes, de forma que se puedan analizar las macro-estructuras presentes en las sociedades de cada momento histórico, a partir de la interdisciplinariedad y la aplicación de técnicas y métodos procedentes de otras áreas que ayuden a ampliar la percepción de la realidad.
Siguiendo la estela del libro de Burke y Briggs, en el mismo capítulo anterior centran su mirada en los cinco tipos de lecturas en que las clasifican y que aportan el cambio revolucionario que el invento de la imprenta trajo consigo. Dada la extensión del texto, nos hemos limitado a transcribir la presentación de las ideas esenciales de estos tipos de lectura.


La interacción entre la ópera y los libros es enorme, en el sentido de que la inmensa mayoría de aquellas basan sus historias en estos. Los compositores y libretistas han sido siempre grandes lectores y han deseado y conseguido llevar a los escenarios aquellas historias que les ha llegado antes al corazón.
Prácticamente todas las óperas se basan en algún libro y, cuando no ha ocurrido, los autores -compositores y libretistas- se han inspirado en algunos de ellos para construir sus historias, como en el caso de Wagner que basó la mayoría de sus libretos en leyendas e historias medievales germánicas.
Mas si las óperas se basan en libros, mucho más raro y poco habitual es encontrar una obra en la que un libro tenga parte del protagonismo sobre el escenario. Nos despedimos de esta reflexión sobre el impacto revolucionario que tuvo la imprenta sobre la cultura y el conocimiento, en un paralelismo que se nos antoja grande con la revolución que se está produciendo con los medios sociales, los dispositivos electrónicos e Internet con una de las escasas escenas de ópera en la que la protagonista está en escena con un libro en la mano. 
La escena pertenece a Don Pasquale de Donizetti, en la que Norina, hermana del Doctor Malatesta se hace pasar por una viuda para casarse con el anciano protagonista, desengañarlo de sus intenciones y hacerlo ella después con su sobrino Ernesto.
Norina se encuentra en su casa leyendo un libro donde el caballero Ricardo jura amor eterno a su dama. El arioso comienza con

Quel guardo il cavaliere
in mezzo al cor trafisse;
piego il ginocchio e disse:
"Son vostro cavaliere."
(Aquella mirada al caballero
en mitad del corazón hirió;
dobló la rodilla y dijo:
"Soy vuestro caballero.")

En esta ocasión, Donizetti no utiliza el libro como fuente de conocimiento o cultura, sino que hace que se sirva de él Norina en un tono de burla y desprecio.
Así, tras el arioso inicial, continúa con el aria

So anch'io la virtù magica
d'un guardo a tempo e loco
(Yo también conozco la magia
de una mirada en el momento oportuno)

De nuevo volvemos a enlazar en este blog Quel guardo il cavaliere interpretada por la soprano Anna Netrebko en una representación del Metropolitan Opera House de New York de 2010 bajo la dirección de James Levine.


Termina esta reflexión sobre cuanto supuso el desarrollo de la imprenta y los peligros que auguraban sus detractores recordando el paralelismo que existe con la revolución creada por Internet
Somos conscientes de que los libros no nos dan la sabiduría, sino que la aparentan, que son confusos y dañinos, pero aún así pensamos que este es el mejor de los consejos:
No dejes de leer.
 
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Bibliografía y webgrafía consultadas:

2 comentarios:

  1. Hola Miguel, muy profunda la reflexión que haces en esta entrada. Es interesante cómo los temores se manifiestan igual, a pesar de la distancia (Invención de la imprenta e Internet) Como dato aparte me encantó recordar a Les Luthiers. Un abrazo 🐾

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    Respuestas

    1. Hola, Rosa.
      El paralelismo es innegable y, como en muchos descubrimientos e inventos, siempre hay un grupo de fuerzas que se oponen. Les Luthiers son (y lo serán para siempre) unos genios.
      Un fuerte abrazo :-)

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