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- Recata su casa cuando los okupas se van de vacaciones y se enfrenta ahora a un delito de allanamiento de morada
Manuel Márquez es el dueño de un piso okupado en Mataró, Barcelona. Cuando se enteró de que sus okupas se iban de vacaciones a Ibiza, vio una oportunidad para recuperar la propiedad. Ahora se enfrenta a una denuncia por un delito de coacciones y por haber cambiado la cerradura.
Manuel pactó con un amigo un alquiler de su casa por 400 euros al mes. Debido a la relación de amistad que mantenían entonces, el acuerdo no se vio reflejado en ningún contrato. De esta forma, la persona solamente hizo frente a los tres primeros meses. De eso hace ya seis años. Y ya no ha vuelto a haber más importes.
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Esta persona que okupó el piso se instaló junto a su mujer, dos perros y, según los vecinos, sus dos hijas. Estos mismos vecinos han confesado al ABC vivir atemorizados por la actitud violenta de los okupas. Tanto que mucho habrían decidido cambiar de casa.
Manuel descubrió gracias a las redes sociales que estos okupas se iban a ir de vacaciones de verano a Ibiza. Fue entonces cuando regresó a su propiedad y cambió la cerradura. Como confesó ante Telecinco, la vivienda estaba "hecha una pocilga". Proximamente tendrá que declarar ante los Mossos d'Esquadra porque ha sido denunciado por sus propios okupas.