Ahora que llega 2020 es probable que estés empezando a preparar tu lista de retos para el próximo año. Quizá durante este mes reflexiones sobre aquellas cosas que quieres cambiar o mejorar. ¡Los propósito para año nuevo son un clásico!

Pasar más tiempo con los niños

Hacer más ejercicio

Apuntarme a clases de radio

Recuperar amistades

Hacer un viaje con los amigos

La lista puede ser más extensa pero como bien decía Andy Groove, el gran monstruo de Silicon Valley, todos ellos deberían responden a estas dos preguntas: 

-  ¿A dónde quiero ir

- ¿Cómo marcaré el ritmo para ver si lo estoy consiguiendo

Cuando llegue verano o quizá de vez en cuando durante el año, analizarás el avance de tus metas. Si has estado en los festivales de danza de tu hija, si ya hablas como un locutor de radio y has visitado Lisboa con un viejo amigo puedes ponerte buena nota. Tus Objectives and Key Results son favorables, sin saberlo has aplicado la metodología OKR.  Puede ser que esto te suene a chino pero, si a tí te ha funcionado, a tu compañía le será útil, esta metodología es efectiva y es la mejor forma de trabajar en equipo.  

Cómo aplicar el método OKR

Hay muchas empresas que trabajan con esta metodología y hay numerosos casos de éxito. Según la OKR Alliance, Google, por ejemplo, la implementó en la compañía cuando eran tan solo 40 personas y a día de hoy siguen trabajando con ella. Sus creadores, Larry y Sergey, la adoptaron porque encajaba perfectamente con su creencia de que las personas deben tener la libertad de establecer y lograr objetivos inalcanzables (algo que ellos llaman los “moonshot goals”). 

Jeff Weiner, CEO de Linkedin, apostó por esta metodología porque transmite “lo que de verdad importa” y sirve como medio de comunicación efectivo para definir prioridades, especialmente en compañías de rápido crecimiento. Implementar la metodología OKR es relativamente fácil si seguimos estos pasos:

1. Definir objetivos: es el primer paso para empezar a trabajar con el método OKR. Cada persona debe fijarse unos objetivos personales, pero su vez, su equipo de trabajo y la compañía en global también debe tener unos objetivos marcados. Estos objetivos deben ser SMART (específicos, medibles, alcanzables, relevantes y temporales) y no deben ser más de 3-5 objetivos por nivel  (empresa, equipo, individuo).

2. Establecer resultados para cada objetivo: cada objetivo debe acompañarse de los resultados clave que queremos conseguir (3-4 ¡no más!). Estos resultados deben ser también cuantitativos y medibles y establecerse dentro de un marco temporal. 

3. Comunicar dichos objetivos y resultados con toda la compañíaLas metas se establecen de forma individual y conjunta (equipo y empresa) para que todos estemos sincronizados y en la misma página. Además, de esta forma fomentamos la transparencia y nos aseguramos que todas las personas tengan claro hacia dónde deben ir. 

4. Establecer métricas: definir métricas nos va a ayudar a visualizar nuestro progreso y podremos juzgar nuestros resultados. En el mundo empresarial estas métricas son los famosos KPI’s ( indicadores de rendimiento)

5. Actualizar el resultado regularmente: todos los objetivos marcados deben estar recogidos en algún documento u hoja de Excel donde además detallemos la evolución de cada uno en una escala de 0 a 100%. Establecer controles regulares es muy importante porque garantiza que las personas están al día de los resultados de su trabajo y pueden tomar decisiones para cambiarlos si ven que no evolucionan como se esperaban. 

6. Revisar regularmente los objetivos y resultados conseguidos y establecer otros nuevos.

Ventajas de la metodología OKR

Trabajar por objetivos tienen claramente beneficios, en Cyberclick ya hace años que los aplicamos y nos funciona. Por eso hoy me gustaría compartirte algunos de los beneficios de aplicar esta metodología:

  • Equipo alineado: todas las personas conocen y tienen claras las prioridades de la  compañía, todos navegan en la misma dirección y de este modo si hay imprevistos todos saben reorientar el rumbo y priorizar aquellos aspectos que repercuten en el objetivo en común.
  • Participación de toda la compañía: todo el equipo está implicado en la definición de los objetivos, todo el mundo tiene voz y las metas se establecen de manera conjunta y de abajo para arriba. De esta forma todo el mundo se siente responsable del bienestar de la compañía, el grande Jim Collins lo cuenta en su libro Good to great o Great by choice, las grandes compañías demuestran un alto grado de responsabilidad con los objetivos establecidos.
  • El trabajo es cuantificable y demostrable: ya hemos dicho que cada objetivo va acompañado de unas métricas y unos resultados que nos ayudarán a visualizar el trabajo realizado. De esta manera, es muy fácil analizar el cumplimiento de nuestros objetivos y el trabajo que nos queda por hacer. Así que rodéate de métricas, serán tus aliadas. 
  • Flexibilidad: si cada uno tiene claras sus prioridades, las de su equipo y las de toda la compañía no hace falta establecer horarios rígidos sin márgenes de maniobra. No es necesario que todo el mundo trabaje siempre las mismas horas y desde la oficina. No somos todos iguales, hay personas matutinas y vespertinas y sus niveles de concentración no coinciden en las mismas horas. Cada uno, además, tiene su historia personal así que permítele que se organice como mejor le convenga. Tu equipo es responsable y cumplirá con sus tareas. 
  • Visión ambiciosa y resolutiva:  tener que definir retos te obliga a pensar en grande y, en ocasiones, cuando estableces los objetivos (SMART siempre) te parecen inalcanzables pero muchas veces los logras e incluso los superas! Una persona del equipo de Cyberclick, en la pasada reunión semanal, afirmó: «Si apuntamos al cielo llegaremos a las nubes, pero si apuntamos al sol alcanzaremos la luna y tal vez Marte», así pensamos nosotros!

Además, la metodología OKR te permite tener una foto clara de tu evolución personal pero también la de tu equipo y la de la compañía en global y de esta forma es más fácil ver donde flaqueas y qué puedes hacer para revertirlo.

Rodéate de métricas, serán tus aliadas

Nosotros hemos aprendido de los grandes, nos inspiramos en John Doerr y su libro Mide lo que importa y Andy Grove, uno de los grandes de Silicon Valley and CEO de Intel, donde consiguió que la empresa experimentara un crecimiento del 994% hasta convertirse en las más valiosa del mundo por aquel entonces. 

Andy Groove fue el creador de la metodología por objetivos y resultados clave y en su libro High Output Management explica algunos de los conceptos que hemos desarrollado hoy y han ayudado a muchas compañías a saber responder antes las demandas del mercado. 

¿A tí te he funcionado la metodología? ¿Ya la has probado?

¡Te comparto un vídeo explicativo para que lo pongas en marcha este 2020!

 

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