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La CUP rectifica y acudirá a la marcha del sábado, pero evitará al Rey y al Gobierno

La formación asegura que "estará al lado de la gente", pero espera a conocer los detalles para concretar su presencia

Las diputadas Mireia Boya y Anna Gabriel.
Dani Cordero

Tras la amenaza del domingo de no asistir a la manifestación contra el terrorismo que se celebrará el sábado en Barcelona, la CUP rectificó este martes parcialmente y anunció que sí participará. Mantuvo clara, no obstante, su repulsa a la presencia del rey Felipe y del presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, los dos más altos cargos del Estado, y aseguró que no compartiría cabecera de la marcha con ellos. No aclaró cómo articulará su asistencia a la protesta.

Los anticapitalistas están satisfechos con la polémica que generaron y, sobre todo, con el deseo de la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, de dejar todo el protagonismo de la marcha al personal sanitario, policial y de toda índole que ha trabajado los últimos días para ayudar a las víctimas de los atentados de Barcelona y Cambrils. Serán ellos quienes encabecen la marcha y está por ver si la representación política quedará en segunda línea, en una segunda cabecera.

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Es justo lo que reclamaba la CUP, a la espera de conocer los detalles definitivos de la marcha, que se anunciarán este miércoles. Está previsto que colapse el centro de Barcelona, pese a que su recorrido se reduce al paseo de Gràcia. El pasado viernes, un día después de los atentados, la plaza de Catalunya y sus aledaños atrajeron a más de 100.000 personas, según la Guardia Urbana. Las instituciones están efectuando una llamada conjunta para que la protesta proyecte una imagen de unidad institucional, política y social.

En ese contexto, la diputada anticapitalista Mireia Boya anunció este martes la intención de la formación de asistir a la marcha: “La CUP estará al lado de la gente y de la ciudadanía”. Así, los anticapitalistas tienen intención de participar en la protesta en la capital catalana, pero también en la que tendrá por escenario Ripoll (Girona), donde residía el grueso de los integrantes de la célula terrorista.

“Nos gusta estar en la calle, al lado de la gente, de su dolor. El cómo participaremos lo determinaremos a partir del resultado del diálogo entre instituciones y administraciones”, dijo Boya, quien reiteró la negativa a participar en la manifestación al lado de Felipe VI y Mariano Rajoy, a quienes acusan de patrocinar “indirectamente” los atentados por las relaciones que mantienen con Estados como Catar y Arabia Saudí. “No podemos avalar el marco de esta manifestación con el Rey y Mariano Rajoy. Ambos son responsables de los ataques que sufrió Cataluña”, dijo.

A falta de que la CUP conozca los detalles de la organización de la manifestación, la formación podría participar en ella a través de sus miembros, que acudirían a título personal, por lo que se podrían mezclar entre el resto de ciudadanos sin adscripción política o institucional.

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“El debate ya no es solo nuestro, se ha extendido públicamente, y estamos muy contentos de que la gente opine en debates muy complejos”, explicó Boya sobre la polémica que generó ella misma cuando puso en duda la presencia del partido por su negativa a aparecer al lado del “Estado mayor del Gobierno” y el Rey. Su veto provocó la censura del presidente de la Generalitat, Carles Puigdemont, que consideró “muy lamentable” la presión de la CUP y se negó a permitir que nadie se quede fuera de la marcha.

La convocatoria del referéndum, antes de la Diada

La CUP quiere precipitar los trabajos legislativos y logísticos para poder convocar y celebrar la consulta independentista del 1 de octubre. Este martes, reclamó a Junts pel Sí que acelere la tramitación de la ley del referéndum y que, posteriormente, el Gobierno catalán apruebe el decreto de convocatoria, que se tendría que producir antes de la Diada, el 11 de septiembre. Estas presiones se suman a las ya realizadas para que se presente y se inicie la tramitación de la Ley de Transitoriedad, la verdadera ley de ruptura, que los anticapitalistas quieren ver aprobada antes del 1-O. “Es el momento de decretar la muerte del procés y comenzar la vía inevitable, la de la unilateralidad, la desobediencia, la insumisión, que este Parlament sea soberano”, afirmó este martes la diputada Mireia Boya. “Tenemos que tener todo el marco legislativo antes de la Diada”, reiteró.

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Sobre la firma

Dani Cordero
Dani Cordero es redactor de economía en EL PAÍS, responsable del área de industria y automoción. Licenciado en Periodismo por la Universitat Ramon Llull, ha trabajado para distintos medios de comunicación como Expansión, El Mundo y Ara, entre otros, siempre desde Barcelona.

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