Es una de las principales “preocupaciones” en la cocina. Nos referimos a cocer la pasta en su punto porque ¿a quién no le han quedado los macarrones blandos cuando los quería dejar al dente? ¿O pensaba que los espaguetis se le estaban quedando blandos y luego hubieran necesitado un poco más de cocción?

Si no te aclaras bien con los tiempos que facilita el fabricante en los envases, no sabes si cuando la pasta está brillante es que está al dente o ya se ha pasado y, sobre todo, si estás harto de quemarte la lengua probando tallarines para ver si ya se han cocido o hay que dejarlos un poquito más, no te pierdas nuestros consejos para cocinar bien la pasta.

Somos como esa abuela italiana que todos queremos tener… pero con menos arrugas. ¡Vamos allá!

  • Que no te falte agua en la cazuela: de este modo la pasta no se pegará y estará bien hidratada.

  • Ojo a la sal: el agua de cocción de la pasta debe ser salada, pero no en exceso. Para calcular bien, recuerda que has de poner una cucharada sopera por cada dos litros de agua. Si no sabes medirlo a ojo, echa el agua con botella.

  • Añade la sal en el momento justo: para que se cocine bien, deberás ponerla cuando el agua haya roto a hervir. Nunca antes.

  • ¿Aceite para cocer la pasta? Pues no, no hay que ponerlo. Ni mantequilla tampoco. Solemos pensar que, de este modo, la pasta no se pegará, pero el verdadero secreto para que no se pegue es que haya la cantidad suficiente de agua por el volumen de pasta a cocer.

  • Hora de echar la pasta a cocer: lo harás después de haber puesto la sal, con el agua ya hirviendo. Es la mejor manera de que no haya que dejarla cociendo más tiempo de la cuenta y se acabe pasando (o sea, quedando blandurria).

  • ¿Y qué pasa si removemos mucho la pasta? Pues que, además de marearla, podemos hacer que se pegue, se deforme, se rompa o no se cueza bien. La pasta solo hay que removerla una vez, después de haberla puesto en la olla.

  • El truco definitivo: cuando la pasta esté al dente (es decir, con el centro ligeramente sin hacer del todo y conservando su forma), romperemos la cocción echando un vaso de agua fría.

  • Espera un poco más: ya tenemos la pasta cocida. Ahora… ¿qué hacemos? Pues apagar el fuego y esperar unos segundos antes de colarla. Eso sí, de pasarla bajo el grifo del agua fría, ni hablar.

  • A vueltas con la salsa: es el toque de gracia y sabor cuando hablamos de pasta y de ella depende que el plato quede redondo. Si es caliente, ha de estar lista para cuando acabemos de cocer la pasta y la saltearemos en sartén medio minuto. Si es templada o fría, deberá estar siempre atemperada a la pasta.

  • Y el queso… ¿qué? Pues en cuestión de queso, lo cierto es que podemos hacer lo que queramos. Eso sí, hay que recordar que quesos de sabores fuertes como el parmesano tapan todos los demás, de manera que si queremos que el protagonismo lo tengan la salsa o la pasta y su guarnición, deberíamos prescindir de él y optar por otros más neutros.

Disfruta de deliciosos platos caseros de pasta con nuestras recomendaciones y tu pasta mejorará mucho. Si te atreves a preparar salsas y guarniciones caseras de carne y verduras, en nuestro mercado online encontrarás los ingredientes necesarios. Te llevamos tu compra a casa para que tú solo tengas que pensar en cómo cocinarla. Elígenos.

Y tú ¿cómo preparas la pasta? ¿Conocías estos consejos? ¿Te suele quedar al dente? Cuéntanos.

En Buenmercadoacasa, tu opinión es importante.

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