Instantes después de conocerse las condenas del Tribunal Supremo a los políticos independentistas, el expresident Carles Puigdemont ha respirado tranquilo y ha cogido un avión para volver a Cataluña al ver que a él no le han condenado por nada. “Ahora que todo se ha acabado, al fin puedo volver a casa”, ha dicho desde el aeropuerto de Bruselas visiblemente aliviado.
Puigdemont ha tenido que releer en varias ocasiones la sentencia para asegurarse de que su nombre no estaba por ninguna parte. Ahora el expresident ya viaja de camino a casa, donde intentará olvidar lo sucedido estos dos últimos años. “Quizás me precipité un poco al marcharme así de rápido”, le ha reconocido a su círculo más cercano. “Pero es que lo veía crudo”, se ha sincerado.
“Qué dos años más malos he pasado y total no hacía falta”, ha dicho antes de coger el avión de regreso a Barcelona. “Si lo sé no vengo”, ha insistido mientras abandonaba Bruselas. “Dos años haciendo el canelo aquí con los belgas pudiendo haberme quedado en casa”, lamentaba todavía sin dejar de releer la sentencia en la que no aparece.
A primera hora de la tarde, la prensa ha podido saber que Carles Puigdemont no ha podido aterrizar en Barcelona debido a las protestas que se están llevando a cabo en el aeropuerto catalán. En estos momentos, el expresident sigue convencido de que todas esas personas con banderas independentistas han ido allí a recibirle.
