Tras escuchar por 1.784ª vez todos los detalles de su plan para lograr la independencia de Cataluña, la Audiencia territorial de Schleswig-Holstein ha decidido este jueves extraditar a España al expresidente catalán Carles Puigdemont por un presunto delito de malversación de fondos, pero no por un presunto delito de rebelión.
Según fuentes alemanas, es el mismo Puigdemont el que acude cada día a la Audiencia Territorial a seguir explicando todos pormenorizadamente sus planes. A veces, según las fuentes, incluso llama por teléfono porque ha recordado algún detalle sobre las urnas del 1-O y “por qué las cintas de seguridad eran de color rojo”.
“Es esencial que regrese a su país para que explique allí todo lo que ha estado explicando aquí sin parar desde que llegó”, ha explicado un portavoz de la justicia alemana. “Ha dado muchísimos datos sobre cómo preparó sus discursos, cómo se fugó desde Girona, sobre Mariano Rajoy y mil anécdotas más que la justicia española necesita oír y que nosotros no podemos seguir escuchando, por favor, por favor…”, añade.
Desde Alemania también han apuntado que, aunque no ven indicios de rebelión o sedición, sí que las verían en Oriol Junqueras, de quien han reunido un documento de 6.628 páginas con la ayuda del expresident.
