Cine

ENTREVISTA

Álex de la Iglesia: "Borrar a Kevin Spacey de una película por los abusos es absurdo"

BERNARDO DÍAZ

Álex de la Iglesia. Bilbao, 1965. Es uno de nuestros cineastas más reconocidos y reconocibles. Ahora estrena Perfectos desconocidos, una comedia negra que oculta una película de terror, porque ¿qué da más miedo que dejar que otras personas vean tu teléfono móvil?

La trama de 'Perfectos desconocidos' gira alrededor de un grupo de amigos que deciden compartir el contenido de sus móviles. ¿Usted dejaría que alguien viera su móvil?
Ni de coña. Si pierdes la intimidad, pierdes la identidad. Por muy bien que te lleves con tu hermano, tu mujer... Hay cosas que no puedes compartir, porque en el momento en que las compartes eres como una nuez abierta. Cualquiera te pisa y te destroza.
¿Es un adicto al móvil?
Totalmente. Es un trozo de mi cabeza. Todo está ahí, es casi ciencia ficción. En principio, es fantástico, pero como toda pistola de rayos hay que saber controlarla
¿Y sabemos controlarla?
Es lo que más me preocupa ahora mismo. La sensación de pérdida de intimidad es total. Cualquiera puede saberlo todo de ti en segundos.Qué comes, con quién hablas, dónde estás, qué tal tu salud... Todo lo tuyo es de todos y eso está generando un problema, porque el progreso tecnológico va infinitamente más rápido que el proceso emocional de asunción de esos cambios del juego. El progreso es tremendamente positivo, pero afrontarlo requiere un entrenamiento que no ha existido.
Vivimos en un mundo de ciencia ficción, pero actuamos como si todo fuera normal.
Exacto. Todo es radicalmente distinto a hace cinco años y, sin embargo, fingimos que no pasa nada. Y claro que pasa. Todos estamos decepcionados con el futuro porque no hay coches voladores. Sin embargo, a través de un utensilio que todos tenemos estamos conectados al universo, recibimos información al instante y, si me da la gana, me puedo conectar con La Roca. Somos uno con el móvil. Eso sí que es ciencia ficción. La conciencia colectiva de Asimov ya está aquí. Pero no hemos establecido un filtro ni hemos pensado cómo se gestiona todo esto.
Su profesión no es ajena a estos cambios. Hay quien niega, de Almodóvar a Nolan, que una película hecha para ver en una plataforma como Netflix sea cine. ¿Cuál es su opinión al respecto?
Por supuesto que es cine. El cine no tiene nada que ver con una pantalla de proyección. El cine son imágenes en movimiento, a poder ser con sonido. Eso es cine. Y como cineastas tenemos que ir a buscar al público a dónde esté. Si está en una sala de cine, estupendo, vamos a a sala. Si está en un móvil, voy al móvil y no se me caen los anillos. Negar esto es un pensamiento fosilizado que va en contra del mercado y de la propia industria
Entonces, ¿esas plataformas no suponen una amenaza para el futuro del cine?
Al contrario. Gracias a esas plataformas hay nuevos jugadores en la partida. Para sacar adelante una película, ya no dependes sólo de TVE, Telecinco y Antena 3. Tienes un mercado más amplio en el que ofertar tu trabajo y eso mejora la producción. Bienvenidos sean los nuevos formatos porque hacen crecer el negocio. Además, no hay ni que discutirlo, está ocurriendo y punto. No se discute la lluvia.
Mucho más desagradable para el mundo del cine es la avalancha de casos de abusos...
Todo lo que le sucede a un cineasta, una actriz o un actor es noticia en todo el mundo porque todos les conocemos, les admiramos y les presuponemos buenas personas. Es un desastre que ocurra, pero ocurre en el resto de las industrias, no nos engañemos. En cualquier sitio que haya poder, hay acoso.
Dice Raúl Arévalo que el cine es machista, pero igual de machista que la sociedad.
Discrepo en parte. El machismo está instaurado en nuestra manera de pensar y cambiarlo es complicado, pero yo conozco el cine desde los 18 años y he trabajado en muchos equipos con tantas mujeres como hombres. Es fantástico y algo de lo que siempre me he sentido orgulloso. Por eso, ahora que se habla tanto del machismo en el cine, quiero señalar que yo siempre he tenido una gran sensación de igualdad en esta profesión.
Lleva una camiseta de 'Alien', de Ridley Scott, que acaba de borrar a Kevin Spacey de una película ya rodada al conocerse su historial de abusos. ¿Haría usted algo así?
No, es absurdo borrar a un actor por algo así. Encima, es una cuestión de mercado, no un planteamiento ético sobre si debería estar ahí o no el bueno de Kevin. Sencillamente, no quieren correr el riesgo de perder público.
¿Existe el 'sello Álex de la Iglesia'? ¿Tiene la sensación de que se siguen midiendo sus películas con el listón que marcó 'El día de la bestia'?
No sé si eso pasa desde fuera, pero a mí no me afecta. Estoy harto de la figura del director-autor que sólo rueda sus paranoias y sus obsesiones. Sé que la gente ve una marca 'Álex de la Iglesia', pero yo no. Hago lo que me apetece y a menudo me afano porsepararme de lo que ya he hecho antes. Pero al final no puedes huír de ti mismo y el gordo ése de las gafas siempre está en el rodaje.