Valorando que sus hijos no pueden seguir «alimentándose de carne que nace del polvo y el barro», Susana Montalvo, una madre poeta de 47 años, ha cocinado esta mañana un pollo relleno de sueños y anhelos, tal y como han informado fuentes cercanas a su domicilio de Barcelona.
«A mis hijos les encanta el pollo relleno y se lo comen muy a gusto, pero basta ya de rellenarlo de carne y huesos y potingues y banalidad… ¿Acaso no les alimentará más un relleno de esperanzas infinitas? ¿Acaso no nutrirá más su alma un pollo relleno de paisajes sin nombre que, al tocar sus labios, se fundan en besos y miradas?», ha declarado a la prensa mientras se disponía a leerle poemas de Machado al pollo «a fin de rellenarlo para que luego mis hijos, al comérselo, se alimenten a su vez de los versos».
Según las mismas fuentes, la madre poeta está cansada de que sus hijos no sean capaces de «consumir mis desasosiegos», así que la mujer ha decidido «engañarles un poco y metérselos en el pollo».
Al cierre de la edición, Susana ha decidido servir de postre unas peras al vino cocinadas en sus propias certidumbres truncadas, aderezadas con derrotada ficción, ceniza en los labios y cuerpos desnudos al amanecer.