Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo

El trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo se produce en los niños con más frecuencia de lo que puede parecer. Aunque los síntomas pueden tardar un poco en aparecer, cuanto antes se imponga el tratamiento serán mejores los resultados.
Trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo
María Alejandra Castro Arbeláez

Revisado y aprobado por la psicóloga María Alejandra Castro Arbeláez.

Última actualización: 11 marzo, 2020

El trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo es una condición que puede afectar a los niños con cierta frecuencia. Actualmente, se estima que 1 de cada 20 jóvenes tiene algún tipo de trastorno de lenguaje. Generalmente, sus síntomas se tornan perceptibles a partir de los tres años de edad y deben ser tratados con la ayuda de profesionales expertos.

Para articular nuestro lenguaje, necesitamos desarrollar conjuntamente nuestras capacidades físicas, cognitivas, sociales y emocionales. Cuando uno o varios de estos aspectos no pueden desarrollarse óptimamente, aparecen los trastornos de lenguaje, que pueden ser receptivos, expresivos o mixtos.

¿Qué es el trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo?

El trastorno del lenguaje expresivo está asociado a las dificultades de trasmitir un mensaje y hacerse entender socialmente. Esto no implica necesariamente una incapacidad de comprender los diferentes estímulos que componen el lenguaje oral y corporal de los seres humanos.

En el caso del trastorno de lenguaje receptivo, se refiere a problemas para captar e interpretar las informaciones ofrecidas por los interlocutores a través del lenguaje. No obstante, esto no impide que el niño desarrolle un tipo de comunicación o exprese sonidos para hacerse entender.

En los casos de trastorno mixto del lenguaje receptivo-expresivo, vemos la suma de estos dos cuadros. Los niños con dicho trastorno tienen dificultad de entender los mensajes y de expresarse por medio del lenguaje. Lógicamente, la dinámica de la comunicación se verá muy dificultada, ya que el diálogo se basa en comprender y hacerse entender.

Causas del trastorno mixto de lenguaje en los niños

Desafortunadamente, es común confundir los trastornos mixtos con problemas de desarrollo, pero hay que aclarar que son cosas distintas. Si bien es cierto que dichos trastornos pueden estar asociados a los trastornos del espectro autista o con pérdida parcial o total de la audición, no son su única causa.

Los niños con el trastorno mixto del lenguaje expresivo-receptivo tienen dificultad de entender los mensajes y de expresarse por medio del lenguaje.

Por otro lado, los trastornos de lenguaje también pueden ser causados por daños en el sistema nervioso central, que son llamados afasia. Y en algunos diagnósticos de trastorno mixto receptivo-expresivo, se ha observado una lesión cerebral anterior.

En muchas ocasiones, no es posible identificar la causa específica del trastorno de lenguaje mixto en los niños. En estos casos, se suele hablar medicamente de un trastorno de desarrollo del lenguaje.

Primeras señales del trastorno

Generalmente, los síntomas empiezan ya en la niñez, que es cuando nuestro organismo se encuentra en plena fase de crecimiento físico y mental. El desarrollo del lenguaje, en la mayoría de los niños, se da de forma totalmente natural.

Como hemos mencionado, los primeros indicios perceptibles de los trastornos de lenguaje suelen aparecer a partir de los tres años de edad de los niños. Cuando hablamos de trastornos mixtos, estos pueden incluir uno o más síntomas característicos de los trastornos receptivos y expresivos.

“Cuando una o varias de las capacidades que usamos para articular el lenguaje no pueden desarrollarse óptimamente, aparecen los trastornos de lenguaje, que pueden ser receptivos, expresivos o mixtos”

¿Cuáles son los síntomas?

A continuación, resumimos los síntomas más habituales del trastorno mixto receptivo-expresivo en los niños:

  • Dificultad de comprender o seguir instrucciones que les son trasmitidas principalmente a través del lenguaje oral.
  • Problemas para organizar y resumir sus pensamientos o emociones en oraciones coherentes.
  • Dificultades en el aprendizaje: los niños con trastorno mixto de lenguaje suelen presentar problemas de aprendizaje, ya que la trasmisión de conocimiento se basa mayormente en la comunicación.
  • La consecuencia de la dificultad para aprender puede verse reflejada en un bajo rendimiento en el colegio, en un desinterés por ir a la escuela y en un nivel de avance intelectual inferior a los demás niños.
  • Desvíos en la estructuración de las frases en distintas intensidades. Algunos niños pueden formular oraciones muy cortas e incompletas para intentar expresarse; otros pueden formular oraciones con poca conexión entre los componentes, que resultan difíciles de comprender.
  • En algunos casos, también se observa la dificultad de mantener la concordancia en los tiempos del verbo —presente, pasado o futuro—.
  • Otro síntoma son los llamados ‘vicios de lenguaje’: por ejemplo, balbucear algunas palabras repetitivamente o ‘hacer eco’ mientras hablan. También se da el caso de repetir mucho una onomatopeya, que indica dificultad de encontrar las palabras para constituir una oración.
  • Dificultades de integración social. Aunque las dificultades de socialización no sean signos directos de dicho trastorno, suelen ser el resultado de los demás síntomas.
  • Un niño que tiene problemas para comunicarse también experimentará dificultades de integración con otros niños. En algunos casos, se observa que la dificultad de integración social también conlleva a problemas de comportamiento o a la depresión.
El tratamiento del trastorno mixto de lenguaje en los niños requiere la ayuda de un profesional especializado.

Tratamiento del trastorno mixto de lenguaje receptivo-expresivo

El tratamiento del trastorno mixto de lenguaje en los niños requiere la ayuda de un profesional especializado. Por lo general, la terapia del lenguaje y la logopedia son los métodos preferidos para tratarlo.

Como vemos, es muy importante que los padres no tengan vergüenza o temor de consultar a su pediatra; será preciso contar con el apoyo de un psicólogo o psicoterapeuta experto en trastornos de lenguaje infantil.


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