El lamentable fallecimiento de Pablo Rielo, de 35 años, aparentemente intoxicado con éxtasis durante una fiesta electrónica en el complejo Forja en la ciudad de Córdoba, nos llama nuevamente a reflexionar sobre cómo se está abordando la cuestión de los consumos con fines recreativos en espacios de fiestas y ocio.

Mientras el foco sigue puesto sobre asuntos relativos al control y la seguridad, seguimos padeciendo la falta de una perspectiva de salud pública y programas de reducción de daños que promuevan prácticas de cuidado y consumo responsable entre los usuarios, para la gestión de los riesgos de los distintos consumos.

En este sentido, la estigmatización de los usuarios de drogas continúa siendo un velo que impide actuar concreta y pragmáticamente sobre una realidad inevitable.

Luego de la tragedia de Time Warp, desde Intercambios AC hemos impulsado el Proyecto de Atención en Fiestas «PAF! Un cachetazo al mal viaje». Durante este año la intervención se ha consolidado, gracias al trabajo de nuestro equipo y un gran staff de voluntarios, y a la apertura y la cooperación de muchos organizadores de fiestas, que sienten la necesidad de programas de reducción de daños en sus eventos. Un tema tan complejo que nos desafía como sociedad, requiere del trabajo conjunto de organizaciones de la sociedad civil, el sector privado y el Estado, para construir una cultura del cuidado en los ambientes festivos y nocturnos.