Proyecto Hombre ha tratado a 30.462 usuarios desde que empezó su actividad en Baleares en 1987, y por sus programas de prevención de las adicciones han pasado 165.517 personas. La entidad ha facilitado los datos con motivo de la celebración hoy de su 30 aniversario, con una jornada de puertas abiertas y varias actividades en su sede del polígono de Son Morro de Mallorca por la tarde, ha informado en un comunicado. Con el lema 'Projecte Home Balears, 30 años de valores', la entidad desarrolla programas de prevención en Mallorca, Menorca y Ibiza, dirigidos al ámbito escolar, familiar y laboral; así como seis programas residenciales y 15 de carácter ambulatorio.

Además de los usuarios, durante sus 30 años de trayectoria la entidad ha atendido a 33.309 familiares y ha asesorado a otras 55.133 del círculo relacional de los atendidos. Del total de atendidos en 30 años, un 31,1 % lo han sido por adicción a la heroína; un 36,5 % a la cocaína; un 16,7 % al alcohol; un 13 % al cannabis y un 2,8 % a otras sustancias.

Actualmente, Proyecto Hombre atiende a unas 1.300 personas al año, y unas 9.660 participan en los programas de prevención. En 2016, un 16,6 % de usuarios fueron atendidos por adicción a la heroína, un 33,3 % a la cocaína, un 30,3 % al alcohol, un 17,7 % al cannabis y un 2,1 % a otras sustancias.

El 31 de agosto de 1987 abrió sus puertas el primer centro de Proyecto Hombre Baleares, de la mano de Tomeu Català «y de un grupo de jóvenes entusiastas altamente implicados a nivel social, que iniciaron esta aventura que ha dado esperanza a tantas familias y personas con problemas de adicciones durante todo este tiempo», señala la organización en un comunicado sobre el aniversario.

Impronta humanista

La entidad nació «con una fuerte impronta humanista», donde el acompañamiento «en la construcción de una escala de valores», con la valentía, el coraje, la esperanza, la implicación social y la acogida como ejes, era tan importante como las capacidades técnicas del equipo, como medio para dejar atrás la adicción. La filosofía de Proyecto Hombre se basa en que «la adicción responde a un vacío de la persona que ha encontrado una respuesta destructiva a diversas cuestiones de su vida». La terapia es «una invitada a hacer un proceso de autoconocimiento» y a partir del autoconocimiento se buscan «respuestas adecuadas». «La base de este proceso debe ser la honestidad y la claridad, por daño que pueda hacer lo que descubrimos de nosotros mismos», señala la organización.

Los años noventa supusieron la irrupción de nuevos perfiles de adictos y la entidad se adaptó para atenderlo.

Proyecto Hombre ha superado la crisis sin tener que cerrar ninguno de sus dispositivos, gracias a la «la solidaridad y con una idea clara: es necesario seguir dando respuesta al problema de las adicciones». «Y así hemos llegado a estos treinta años; con una profunda convicción de nuestra responsabilidad social, que cada vez crece más, con una firme creencia de que por muy bajo que haya caído un ser humano, siempre tiene la posibilidad, el derecho, de recuperarse, de poder ser un ciudadano prosocial, responsable y constructivo», señala la nota.