Descargar el PDF Descargar el PDF

Una mudanza puede ser un proceso tanto emocionante como estresante. Te da la oportunidad de hacer un cambio y reinventarte, pero también implica hacer listas, ocuparse de ciertos detalles y empacar muchas cosas. Quizá te parezca que transportar tu ropa será fácil y que únicamente necesitarás maletas y bolsos de lona, pero tal vez debas organizarte un poco mejor. La ropa es pesada y es importante asegurarte de que tus prendas no se dañen ni se mojen mientras las transportas desde tu viejo hogar hasta el nuevo. Planea tus pasos por adelantado y utiliza los materiales de embalaje apropiados para empacar tu ropa para la mudanza.

Método 1
Método 1 de 3:

Prepararte para empacar tu ropa

Descargar el PDF
  1. Muchas veces, con el pasar del tiempo, la ropa se acumula sin que te des cuenta. El primer paso para empezar a clasificarla es sacarla de tu vestidor, armario, ático y de debajo de tu cama. Coloca todo ya sea en el piso o sobre tu cama. Empieza a agrupar tus prendas según el color, tamaño y tipo de tela.[1]
    • Una vez que empieces a crear las categorías, coloca cada una de las prendas en la pila correspondiente.
    • Comienza a asignar cajas y maletas a cada conjunto de prendas según su tamaño. Si tienes una pila pequeña de artículos específicos, puedes asignarle una caja pequeña. Tendrás que asignarle cajas o maletas grandes a algunas de las pilas más grandes de prendas.
  2. Este es el momento perfecto para probarte algunas de las prendas que no te has puesto en diez años. También debes revisar que tu ropa no tenga moho, rastros de polillas, pulgas, chinches, entre otros. Huele las prendas para verificar que no tengan un aroma a humedad. Asimismo, determina si ya pasaron de moda. Luego de revisar todo tu armario o ropero, deberás haber reunido un conjunto de prendas pasadas de moda, demasiado pequeñas o gastadas de las que debes deshacerte.[2]
    • Recorre la superficie de la tela con tu uña. De esta manera, podrás ver si hay insectos o heces de chinches (sangre seca) en tu ropa. Si encontraras alguno de estos residuos, lo mejor será que te deshagas de dichas prendas, sobre todo si son viejas y no las has usado en bastante tiempo.
    • Dona la ropa que aún está en buen estado pero que no te queda o que no es apropiada para el clima de tu nueva casa. Muchos prefieren llevar su ropa a organizaciones de beneficencia o a albergues para los desamparados.
    • Deshazte de la ropa que esté rota, manchada o demasiado gastada como para usar en público. Esto se aplica sobre todo a la ropa interior y medias viejas que hayas tenido apiñadas al fondo de un cajón de tu cómoda por muchos años.
  3. Probablemente no termines de desempacar en el primer día después de la mudanza, así que ten un bolso pequeño con algunas mudas de ropa que puedas vestir al llegar a tu nueva casa. Recuerda guardar un atuendo para el día de la mudanza y no olvides incluir ropa interior y medias.[3]
    • Empaca los artículos que necesitarás al llegar a tu nueva casa en un contenedor aparte. Aquí podrías guardar no solo ropa, sino también cepillos dentales, desodorantes, fijador para el cabello, entre otros.
  4. Cuando te mudes, lo más probable es que debas transportar la cristalería, la vajilla y otros artículos similares. Envuélvelos en algunas de las prendas que pensabas botar. Encuentra prendas que encajen con la forma y tamaño del objeto que vas a envolver. Si fuera un objeto largo, puedes colocarlo en la pierna de un pantalón. Si quieres envolver un plato ancho, colócalo en el cuerpo de una camisa.[4]
    • Con cuidado, apila los objetos uno sobre otro o lado a lado. No los arrojes, ya que podrían romperse.
    • También puedes añadir capas adicionales de prendas viejas entre los artículos cuando empieces a empacar. Coloca una camisa o un pantalón entre los objetos.
    • Empaca los vasos o copas de cristal en medias largas.
  5. Si vas a trasladar tu cómoda a tu nueva casa al mudarte, puedes dejar algunas prendas en los cajones. Lo mejor será que dejes los más livianos, como ropa interior, medias y camisetas, y que retires los pantalones de deporte, vaqueros y abrigos. Luego debes decidir si llevarás la cómoda armada o desarmada en partes. Consigue algunas personas grandes o lo suficientemente fuertes como para trasladar el mueble.[5] [6] [7]
    • Si tus cajones suelen quedar sueltos y no tienen un mecanismo para asegurarlos, lo mejor será que los retires. Asegúrate de empacarlos por separado con papel film para embalaje. Envuelve cada cajón varias veces en ambas direcciones. Continúa haciéndolo hasta que quede forrado por completo y todo su contenido esté asegurado.
    • Si decides trasladar la cómoda sin desarmarla, tendrás que asegurar los cajones. Toma una cuerda elástica y envuélvela alrededor del mueble, pasando sobre uno de los cajones. Une ambos extremos de la cuerda y luego busca más cuerdas para asegurar el resto de los cajones a la cómoda.
    • Asegura la cómoda en el camión de mudanza. Puedes utilizar el mismo tipo de cuerda elástica o correas de elevación. Ajústalas alrededor de la cómoda y asegúralas a la base o al lado del camión (al interior).
    Anuncio
Método 2
Método 2 de 3:

Aprender a empacar tu ropa eficientemente

Descargar el PDF
  1. Deberás asegurarte de doblar tus prendas de forma precisa y ajustada de modo que puedas guardar la mayor cantidad posible en las cajas. La mejor manera de doblarlas es con el revés hacia afuera a fin de que sea más fácil deshacerte de las arrugas luego de desempacar. Por otro lado, si no te molesta que se arrugue ligeramente, otra buena forma de transportar tu ropa es empacarla en paquetes.[8]
    • Para agrupar tu ropa en paquetes, coloca una prenda grande sobre una superficie lisa, como una mesa. Puedes utilizar una chaqueta, un abrigo de invierno o un suéter grande.
    • Empieza a colocar más prendas encima una por una. Comienza con las prendas más grandes, alineándolas hacia el centro, y continúa hasta llegar a las más pequeñas.
    • Para terminar, toma uno de los extremos de la prenda más grande que colocaste primero. Empieza a enrollar la ropa de forma ajustada en un solo paquete. Puedes añadir un coletero o algunas bandas elásticas para asegurarlo.
  2. Al igual que con los libros, el peso de la ropa puede subestimarse por mucho. Es por ello que es mejor empacar la ropa en varias cajas pequeñas que hacerlo en unas pocas cajas grandes. De lo contrario, el fondo puede romperse. Además, pueden ser difícil de cargar.[9] [10]
    • Cuando compres o tomes prestadas las cajas que utilizarás, intenta conseguir algunas de 30 x 30 cm (12 x 12 pulgadas). De ser más grandes, será más difícil cargarlas.
    • Levanta las cajas ocasionalmente mientras empacas. Así podrás calcular cuánto pesan y cuándo debes empezar a llenar otra caja.
  3. Si tienes maletas, esta probablemente sea la forma menos costosa de trasladar tu ropa. Simplemente dobla las prendas y apílalas una sobre otra. Intenta colocar los pantalones largos y cortos en el fondo de la maleta y deja espacio para las camisas y vestidos en la parte superior.[11] [12]
    • Si es posible, utiliza maletas con ruedas. Será mucho más fácil moverlas tanto hacia el vehículo de transporte como hacia la nueva casa.
    • Ten cuidado de no empacar prendas delicadas demasiado ajustadas en una maleta. Puedes empacarlas sueltas o utilizar otro método de embalaje. Las maletas son mejores para transportar camisetas, vaqueros y pantalones cortos, ya que puedes plancharlos luego.
  4. Tendrás que encontrar la manera de transportar camisas de vestir, pantalones, vestidos y prendas similares sin que se arruguen. Las cajas armario son altas, con agujeros a ambos lados para poder cargarlas y tienen un tubo en la parte superior para colgar la ropa. Te permiten colocar tus prendas en colgadores sin necesidad de doblarlas. De esta manera, puedes aprovechar tus colgadores de ropa y utilizarlos para empacar.[13] [14]
    • Consigue cajas armario que tengan un tubo de metal en lugar de uno de cartón. Ten en cuenta que uno de metal soportará más peso con el tiempo, sobre todo si quieres colgar mucha ropa, y además puedes reutilizarlo posteriormente.
    • Las cajas armario son algo costosas. Si puedes, intenta no utilizar tantas. Consigue una o dos y empléalas para guardar solo tus prendas más valiosas.
  5. Las bolsas para basura son una opción barata y ayudan a proteger fácilmente las prendas que normalmente cuelgas en el armario. Con una tijera, corta un agujero que sea lo suficientemente grande para un colgador de ropa en el fondo de la bolsa. Coloca una prenda en el colgador que está dentro de la bolsa y ata un nudo en el extremo, hacia la parte inferior de la prenda. Asegura la parte superior con una brida.[15] [16]
    • Las bolsas con sellado al vacío son otra opción excelente. Puedes conseguirlas por un bajo precio en la mayoría de tiendas por departamento. Estas te proporcionarán un poco más de espacio para empacar.
    • Coloca tu ropa en las bolsas con sellado al vació. Dependiendo del tamaño de la bolsa, puedes colocar tus prendas dobladas o extendidas. Sella el extremo superior de la bolsa (por lo general, tienen un cierre de plástico). Coloca la manguera de la aspiradora en el lugar indicado de la bolsa y succiona el aire.
    • Una vez que hayas eliminado el exceso de aire, las prendas quedarán dentro de una bolsa bastante delgada que podrás empacar en maletas o cajas.
  6. Cada una de las etiquetas debe tener la siguiente información: estación, tamaño, tipo (ropa, chaquetas, abrigos, ropa interior, entre otros), a quien pertenece y a qué habitación de la nueva casa corresponde. Puedes conseguir etiquetas para mudanza o utilizar las mismas que empleaste para identificar los regalos de navidad. Otra opción es pegar pedazos de papel en la caja. Asegúrate de utilizar suficiente cinta para asegurar tu etiqueta.[17] [18]
    • Cubre las etiquetas por completo con cinta adhesiva transparente. De esta manera, estarán protegidas de cualquier daño. Por ejemplo, si lloviera y las cajas se quedaran a la intemperie, aún podrías leer la etiqueta fácilmente.
    • Utiliza un bolígrafo de color oscuro o un marcador. De esa manera, la tinta no se correrá durante el transporte.
  7. Así evitarás que se ensucie. Si aún las tienes, utiliza las cajas en que vinieron los zapatos para empacarlos. Puedes apilarlas una encima de otra dentro de una caja más grande.[19]
    • Rellena los zapatos con medias o papel para asegurarte de que conserven su forma y evitar que se aplasten en caso de que no los estés empacando en su caja. Asimismo, esto evitará que se arañen entre sí.
    • Alterna la posición de tus zapatos dentro de la caja para ahorrar espacio.
  8. Si la mudanza será a un lugar cercano, no hay necesidad de empacar todo. Por ejemplo, si vas a mudarte a tan solo unas cuadras de donde estás, puedes colocar tu ropa, aún en los colgadores, en el asiento trasero del auto. Asimismo, no debes preocuparte tanto por la cantidad de ropa que lleves en cada viaje. Puedes transportar solo unas cuantas cajas por vez. Lleva la ropa que no vas a necesitar de inmediato a tu nueva casa primero.[20] [21]
    Anuncio
Método 3
Método 3 de 3:

Empaca tu ropa por categoría

Descargar el PDF
  1. Coloca todas las prendas del mismo material en una sola caja, ya sea que se trate de seda, algodón, poliéster, lana, entre otros. Cada tipo de tela debe ser manipulado de forma distinta, tiene un grosor distinto y una propensión particular a las arrugas. Cuando llegues a tu nueva casa, será mucho más sencillo clasificar tu ropa de esta manera y priorizar las que debes desempacar primero.[22]
    • Las telas de lana suelen ser más gruesas y menos propensas a arrugarse. Para empacar este tipo de prendas debes doblarlas como lo harías normalmente y colocarlas una sobre la otra. Quizá debas colocar un pedazo de papel absorbente entre cada una de modo que no se enreden. Asimismo, debido a su grosor, tal vez debas considerar conseguir unas cuantas cajas adicionales para que quepan todas las prendas.
    • Las prendas de seda y algodón son más delgadas y pueden arrugarse con facilidad. Puedes doblarlas y colocarlas en cajas si no te molesta que se arruguen. De todos modos, puedes plancharlas unas vez que termines de mudarte a tu nueva casa. Sin embargo, si no quieres que tengan arrugas, puedes colocarlas en colgadores y cubrirlas con una bolsa de plástico. Lo único que tienes que hacer es colgarlas en el vehículo de mudanza cuando estés listo para partir.
    • Las prendas de poliéster y otros materiales sintéticos pueden apilarse en cajas. Son bastante delgadas y no se arrugan fácilmente. Dóblalas como lo harías con cualquier otro tipo de prenda y colócalas en cajas, una sobre la otra.
  2. No la necesitarás de inmediato, y puedes marcar las cajas y bolsas de modo que las desempaques al final. Por ejemplo, si la mudanza es a comienzos del verano, puedes empacar tus suéteres de otoño y abrigos de invierno desde un inicio. Si te vas a mudar a mediados de invierno, empaca tus camisetas de manga corta y tus pantalones cortos primero.
    • Si vas a empacar en plena estación, deja algunas de las prendas que podrías necesitar en la parte superior de la caja.[23]
    • No olvides empacar las prendas para propósitos específicos. Entre estas se encuentran la ropa para hacer caminatas y tus trajes de baño. Lo más probable es que no tengas planeado viajar justo antes de mudarte, por lo que no necesitarías utilizar estas prendas.
  3. Empaca tus prendas de verano, otoño, invierno y primavera en cajas distintas. Por lo general, la ropa de verano y primavera es más ligera y puedes empacarla de modo que quede ajustada. Estas prendas se arrugan con relativa facilidad, por lo que puedes dejar algunas en particular en los colgadores. Por otro lado, tendrás que ser eficiente con el espacio, así que elige sabiamente. La ropa de invierno y otoño es más gruesa, por lo que es menos probable que se arrugue. Tendrás que utilizar más cajas pero no necesitarás colgadores.[24]
    • Asegúrate de etiquetar cada caja. No querrás verte obligado a abrir todas para encontrar lo que buscas.
    • Prioriza ciertas prendas dependiendo del lugar donde vas a vivir. Si te vas a mudar a un lugar frío, empaca la ropa de invierno primero. De ese modo, cuando llegues esas serán las primeras cajas que verás. Por otro lado, si te vas a mudar a una zona calurosa, será mejor que empaques tu ropa de verano y primavera primero.
  4. Coloca las prendas más grandes en una caja y las más pequeñas en otra. Por ejemplo, empaca tus suéteres, chaquetas, abrigos y jeans en una caja, y tu ropa interior, medias, guantes, orejeras y mallas en otra caja más pequeña. Dado que mezclarás varios tipos de prenda según el tamaño, será mejor que te asegures de colocar una etiqueta con información clara sobre el contenido en la caja.[25]
    • Escribe una lista conforme empacas a fin de que sea más fácil hacer la etiqueta posteriormente.
    • Combina este método con otros. Por ejemplo, empaca las prendas grandes que utilizas únicamente en invierno. Asimismo, puedes agrupar las prendas pequeñas de seda. De esta manera, desempacar será mucho más fácil.
  5. Empaca todos los pantalones en una caja. Reúne toda tu ropa interior y colócala en otra. Utiliza una caja únicamente para tus camisas de vestir. Este método está diseñado para una mudanza rápida. Si planeas tomar más tiempo para mudarte, será mejor que utilices alguno de los otros métodos que te permiten empacar una gran variedad de prendas en una caja.[26]
    Anuncio

Consejos

  • Recuerda empacar tus joyas por separado. No querrás que se pierdan entre tu ropa, o que se enganchen o la rasguen.
  • Empaca tu ropa limpia y seca. Así evitarás que se forme un desagradable moho en el proceso de mudanza y que se desarrollen olores o manchas indeseadas que luego podrían transferirse a otras prendas.
  • Utiliza pedazos de papel absorbente u otras telas como capas protectoras para las prendas más delicadas.
  • Empaca tus sombreros en cajas grandes separadas. Asegúrate de que tengan suficiente espacio como para que no se doblen o se arañen.
  • Coloca los artículos más pesados en el fondo de las cajas y los más livianos arriba.
Anuncio

Advertencias

  • Coloca repelente de insectos en tus cajas, sobre todo si permanecerán empacadas por largo tiempo. Las arañas, hormigas y otros bichos repulsivos adoran vivir entre las telas cálidas. Por lo general, puedes conseguir un repelente diseñado específicamente para ropa.
  • Utiliza dos cajas para movilizar objetos particularmente pesados. Solo debes colocar una caja pequeña y pesada dentro de una más grande. De esta manera, será más fácil de transportar y evitarás que se desarme.[27]
Anuncio

Cosas que necesitarás

  • maletas de viaje
  • cajas armario
  • cajas de cartón
  • cinta de embalaje
  • marcador
  • bolsas con sellado al vacío
  • bolsas para basura
  • etiquetas
  • cuerdas elásticas

Acerca de este wikiHow

Marty Stevens-Heebner, SMM-C, CPO®
Coescrito por:
Organizador profesional certificado y gerente senior de mudanzas
Este artículo fue coescrito por Marty Stevens-Heebner, SMM-C, CPO®. Marty Stevens-Heebner es una organizadora profesional certificada (CPO,por sus siglas en inglés) y fundadora de Clear Home Solutions, una empresa de organización del hogar y gerencia de mudanzas para personas de la tercera edad con sede en el sur de California. Marty es la primera gerente de mudanzas para personas de la tercera edad certificada (SMM-C, por sus siglas en inglés) en los Estados Unidos y es una especialista certificada en envejecimiento en un solo lugar (CAPS) a través de la Asociación Nacional de Constructores de Viviendas. Ella es la presidenta electa y está en la junta directiva de la Asociación Nacional de Gerentes de Mudanzas para Personas de la Tercera Edad, miembro de la Asociación Nacional de Organizadores Profesionales, y ha sido reconocida como Especialista en Acaparamiento Compulsivo y Especialista en TDHA por el Instituto para Problemas de Desorganización. Este artículo ha sido visto 41 280 veces.
Categorías: Viajes
Esta página ha recibido 41 280 visitas.

¿Te ayudó este artículo?

Anuncio