Unos días antes de que se declarara el estado de alarma, el juez Emilio Calatayud entraba en quirófano para tratarse de un cáncer. Cuando se reincorporó en el Juzgado de Menores número 1 de Granada a principio de mayo, uno de los primeros casos que atendió fue el de un chico que había dado una paliza a sus padres por limitarle internet. Para el primero de los asuntos (el adulto y su tumor), el juez tiene claro que hay cura. Para el segundo de los asuntos (el chico y su metástasis), no está tan seguro. «Me apareció sin mascarilla. Le dije: 'Ponte la mascarilla... No te lo mando yo, te lo manda Pedro Sánchez'. Se me quedó mirando y ya me di c
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