Santiago
+15° C
Actualizado
martes, 23 abril 2024
16:11
h

Adiós a Armando Salas: un hombre libre que hacía magia con viñetas

Desde principios de los años 70, formó parte de EL CORREO GALLEGO como dibujante de cabecera // La familia destaca su férrea independencia

Nacido en una familia humilde de Ortigueira (30 de enero de 1946), Armando Salas supo convertir su pasión en su profesión. De pequeño, juntaba unas monedas con sus amigos para comprarse los tebeos de El Jabato y El Corsario de Hierro. Y después, los copiaba para así poder llevárselos a casa. A los 19 años, empezó a trabajar en la banca. Y así consiguió dedicar las tardes al dibujo, durante cinco décadas en las que superó las 50.000 publicaciones. Los lectores de EL CORREO GALLEGO se quedan un poco huérfanos con el fallecimiento de este humorista gráfico de cabecera. Y tanto su familia como sus antiguos compañeros recuerdan su férrea defensa de la libertad de prensa.

Autodidacta, burlador de la censura, iniciado en los fanzines, entró por Diez Minutos, se inició en la prensa escrita a principios de los 70 con EL CORREO GALLEGO y Ferrol Diario. Y pasaría por revistas como El Globo y periódicos como El Ideal Gallego o Diario de Ferrol. Acompañó a los lectores de la cabecera compostelana durante más de 45 años. E incluso ya tras fallecer por problemas de corazón, su hijo encontró en el ordenador una tira lista para EL CORREO sobre el Deportivo de A Coruña.

Deja esposa, Cándida; hijos, Armando (técnico audiovisual) y Gloria (filóloga inglesa; y un nieto, Cristian de 19 meses. Muy emocionado, su hijo recuerda que “su nieto era lo más querido para él”. El velatorio se encuentra en el Tanatorio Albia de Ferrol (antigua Artabria). Y el coche fúnebre partirá hoy a las 12.00 horas, para el entierro en O Val (Narón). Allí se encuentra la sepultura de los familiares del dibujante.

El hijo destaca su eterna apuesta por la libertad: “Nunca tuvo problemas con la censura, pero siempre fue un hombre libre en la relación con el poder, a nivel político nunca se quiso casar con nadie, tenía sus principios”. Con una muy buena relación con este periódico, “sacó hasta el final su hueco diario para hacer su viñeta, su gran pasión era el dibujo”. Incluso en las épocas de mayor trabajo, la familia lo recuerda coloreando hasta las dos de la mañana las dobles páginas de la Super Tele.

Especial relevancia cobró para él que Reporteros sin Fronteras eligiera en enero de 2007 uno de sus dibujos para homenajear a la periodista rusa asesinada, Anna Politkóvskaya. El mural encabezó la ceremonia oficiada en la catedral Notre Dame, a donde acudió Salas junto a personalidades como Bernard Henry-Levy. “Le dolía mucho aquel asesinato porque se produjo en la lucha por la libertad de prensa”, indica su hijo.

Su obra se encuentra en cuatro museos: House of Humor and Satire de Gabrovo (Bulgaria), Ticonderoga Cartoon Museum (EEUU), Cartoon Art Museum (EEUU) y Museo do Humor de Fene (del que recibió el premio Curuxa de Honra por su trayectoria). Aparece en cinco enciclopedias y publicó durante 25 años en la revista Aguiluchos.

El decano de la prensa en la ciudad naval, impulsor de Ferrol Diario en los 70 y del Diario de Ferrol en los 90, Man Castro, recuerda cómo sus carreras convergieron en la primera cabecera local. “Tenía un humor crítico y mordaz, pero muy bueno... era humanamente entrañable, noble y leal amigo, gran y laureado viñetista”, enumera. Para Man Castro, “Armando Salas estaba dotado de una gran inteligencia y agudeza en sus publicaciones, y vivía mucho el periodismo escrito”.

Gracias a su gran hemeroteca, el fundador de Diario de Ferrol publicaba de vez en cuando en las redes sociales algunas de las míticas viñetas de Salas de los 70. Su obra entra ahora en el cielo de los dibujantes.

01 jul 2019 / 21:50
  • Ver comentarios
Noticia marcada para leer más tarde en Tu Correo Gallego
Tema marcado como favorito