La Unión Europea avisó al régimen de Nicolás Maduro que cualquier proceso de negociaciones con la oposición para buscar una salida a la crisis en Venezuela requiere «la necesaria representatividad política» tras el acuerdo de diálogo con los partidos minoritarios anunciado el lunes.
La Unión Europea sigue apostando por «una solución política negociada» como «la única forma pacífica y sostenible» de salir de la crisis en Venezuela pero, «para que tenga éxito y haya confianza», «es importante que cualquier proceso de negociación cuente con la necesaria representatividad política», avisó el servicio diplomático europeo en un comunicado.
El Servicio Europeo de Acción Exterior, dirigido por la Alta Representante de Política Exterior y de Seguridad Común, Federica Mogherini, también dejó claro que falta que cuente con «el respaldo de la Asamblea Nacional» y «un objetivo político claro de llevar al país a elecciones presidenciales creíbles».
En este contexto, la Unión Europea volvió a reiterar su apoyo a «un proceso inclusivo, serio y orientado a los resultados» como la mediación que asumió Noruega a pesar de que el diálogo bajo su mediación permanece suspendido desde agosto.
«La UE considerará las medidas apropiadas a su disposición para alentar el restablecimiento de la democracia, el Estado de Derecho y los Derechos Humanos en Venezuela«, avisó en la nota el servicio diplomático europeo. El bloque comunitario, al que Estados Unidos lleva meses presionando para que refuerce sus sanciones a Venezuela, ha avisado en numerosas ocasiones de que impondrá más medidas restrictivas si no hay avances en las negociaciones para resolver la crisis venezolana.
El Gobierno de Maduro y varios pequeños partidos que llegaron a formar parte de la coalición opositora Mesa de Unidad Democrática (MUD) y que rompieron con ella por desavenencias internas –Avanzada Progresista (AP), Movimiento Al Socialismo (MAS), Soluciones para Venezuela (SPV) y Soluciones y Cambiemos– anunciaron el lunes un acuerdo para retomar el diálogo en Venezuela.
Al mismo tiempo que se conocía este acuerdo, el presidente «encargado» y líder opositor Juan Guaidó, que calificó de «irresponsable» el pacto, dio a conocer en una rueda de prensa que en el proceso de Oslo y Barbados ofreció a Maduro un gobierno de transición en el que ninguno de los dos estuviera presente para guiar al país a unas elecciones presidenciales «reales» con un nuevo CNE.
Guaidó ha explicado que el formato de Oslo y Barbados está «agotado», pero ha asegurado que la propuesta lanzada entonces sigue «en la mesa» y ha pedido «máxima presión», dentro y fuera de Venezuela, para «empujar» al Gobierno de Maduro a ceder.
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