El alcalde Montserrat Rosselló. | Redacción Part Forana

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La Guardia Civil irrumpió en la tarde noche de este jueves en una caseta de Vilafranca donde, según una denuncia vecinal, se estaba celebrando una fiesta ilegal y encontró entre las personas reunidas al alcalde de la localidad, Montserrat Roselló (PxP).

En declaraciones a Ultima Hora, el alcalde reconoció el encuentro, pero aseguró que se trataba de «una reunión para tratar una multa de 300.000 euros que debe pagar el ayuntamiento, y que es un tema muy serio que nos tiene muy preocupados». Los tres hombres que estaban allí fueron multados.

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La Benemérita tuvo conocimiento de lo que estaba pasando después de que un vecino contactara con ellos y les contara que se estaba celebrando una supuesta fiesta clandestina en plena cuarentena. Una vez que la patrulla llegó al lugar confirmó que en una caseta había tres varones y los identificó a todos, levantándoles acta por saltarse el confinamiento por el coronavirus.

Rosselló señaló que las otras dos personas «son asesores míos», y que desconocía si lo habían multado: «Sólo faltaría. Si nos reunimos fue precisamente para tratar el tema de una gran multa que pagaremos». El político negó de forma taxativa cualquier fiesta o acto lúdico: «Estábamos trabajando. Eso es todo».