Copa | Getafe - Valencia (1-0)

Jorge Molina pone en jaque al Valencia en la Copa

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Jorge Molina celebra el gol al Valencia en la ida de cuartos de final de la Copa del Rey. EFE

Lo reservó de inicio en la Copa para cuidar su físico y le dio los últimos minutos para demostrar que cuando un delantero está en racha, todo resulta más fácil. Jorge Molina, camino de los 37 años, está de dulce y tras firmar un doblete ante el Alavés en Liga, se encargó de desatascar el duelo de ida de cuartos de Copa para el Getafe. El alcoyano puso en jaque al Valencia, obligando a remontar dentro de una semana si quiere ver su bolita en el bombo de semifinales. Hizo justicia el tanto de Jorge Molina al equipo que más ocasiones creó y fue a por el partido. [Narración y estadísticas: 1-0]

Marcelino utilizó su segunda unidad en la Copa y dosificó esfuerzos, introduciendo numerosos cambios. Una mezcla de experiencia y, sobre todo, de mucha juventud, que no dio frutos. No así el Getafe, ya que Bordalás contó con buena parte de sus titularísmos.

No cambio ese planteamiento la propuesta táctica de uno y otro. Dominó el juego del Valencia, pero sin hacer daño. No se expuso en exceso, ni tampoco se arriesgó, pensando más en la vuelta.

Lo mismo pensó el Getafe, que fue de menos a más. Pese a llegar a la cita de cuartos pletórico, en su mejor momento de la temporada tras golear en la Copa al Valladolid y en Liga al Alavés, estuvo comedido, con el freno de mano puesto de inicio, hasta que se desató en el tramo final del primer acto. Se dejó dominar y supo esperar su turno.

La consigna primordial era no encajar. Y así avanzó el partido hasta llegar a la media hora, sin apenas noticias en la áreas. El Valencia mantuvo su dominio ante un Getafe muy ordenado y no disfrutó de una oportunidad hasta que Parejo recuperó un balón que abrió de primeras a Kan-In Lee. El canterano quebró la cintura a Damián y soltó un derechazo que salió alto por poco. Nada más hizo el Valencia.

El Getafe leyó el aviso y despertó para estirar líneas y pisar con más convicción el área rival. Y en su primer chispazo pudo bastarle para desmontar al Valencia en su primeras aproximación. No fue así porque Jaume voló para evitar que el remate de cabeza de Ángel se colara. El duelo ya se había equilibrado y en esa tesitura el Valencia, sin el orden defensivo del que presume su rival, se sintió inquieto cada vez que los azulones visitaron los dominios de Jaume. El meta valencianista se erigió desde ese momento en el salvador del Valencia, ya que todo lo que intentaba el Getafe, todo monopolizado por Ángel, iba entre los tres palos.

El canario tuvo la más clara tras una pérdida de Wass. Buscó el palo corto y Jaume le ganó la partida. Igual que en la siguiente acción, también tras un disparo raso de Ángel que despejó con la mano. El descanso fue un alivio para el Valencia.

Arrancó el segundo acto sin riesgos por ningún lado sin perder por ello los equipos una tensión que derivó en una sucesión de faltas para dibujar un partido trabado, sin continuidad en el juego, de permanentes disputas y tanganas. Hasta que Jorge Molina, de dulce, salió a escena para cazar un balón en el corazón del área, superar a Lato y dejar al Valencia con el miedo en el cuerpo.

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