El enfoque como salvavidas

Durante estos diez años de profesional sigo aprendiendo de la fotografía, pero ya no solo de composición, color, calibración, impresión sino también sigo descubriendo mucho mejor los entresijos de las cámaras. Algo que puede parecer tan simple y básico, pues es la herramienta de trabajo diario, te puede dar alguna que otra sorpresa cuando menos te lo esperas.

Recientemente tuve muchos problemas con una de las cámaras con las que trabajo, una Canon 5D MKIII. Nunca había pasado por algo así y eso que he trabajado con multitud de cámaras, una Canon 5D, una MKII y dos MKIII. Así que lo que se dice conocer el equipo, lo conozco de sobra.

Pero remontémonos a mis primeros problemas con las cámaras, allá por comienzos del 2010 con una Canon 5D MKII. Ese modelo era un camarón por aquel entonces y la primera cámara que empezó a venderse también con un sistema de video, casi a la altura del profesional (o eso decían).

Quizás por ese interés de vender una cámara en dos campos diferentes, quizás por otros factores o simplemente mala suerte, esa Canon apareció en el mercado con unos problemas de enfoque terribles. Yo por aquel entonces ya estaba realizando bodas de manera bastante documental, por lo que necesitaba un AF rápido y preciso, pues me movía de un lado para otro sin parar y disparando a la vez. Por desgracia, este modelo de cámara no podía seguir ese ritmo y tuve que trabajar con fotos algo más «posadas», pues llegaba a casa con la mitad de las fotos desenfocadas.

Esto me hizo tener unos vicios que aún arrastro, y es la necesidad de disparar tres veces la misma foto, soltando el bloqueo y volviendo a bloquear en cada foto, para no perder ese momento. Aunque por suerte con la Canon 5D MKIII corrigieron ese gran problema de AF, no fue así con mis vicios.

Volviendo un poco al comienzo de la historia, hace unos seis meses pasé por unos de los problemas de AF más graves que he conocido como profesional. Y no me quedó más remedio que mandar mi equipo de trabajo al SAT.

El fallo era muy extraño, pues la cámara tan pronto enfocaba como aparecía el enfoque dos metros por delante. Era algo aleatorio pero mucho más evidente a partir de los tres metros. Me estuve volviendo loco haciendo pruebas, calibrando, comparando con otros equipos…. casi me explota el cerebro durante dos semanas de puro estrés.

Por lo que me dijeron una vez llegó el equipo al SAT, es que tenía un problema con el sistema de AF y lo iban a cambiar por completo.

Casi tres meses después me llegó la cámara, supuestamente arreglada. Pero mi calvario no tenía ganas de terminarse y aparecieron nuevos problemas.

El AF quizás no fallaba de la misma manera, pero las fotos las notaba trepidadas, con falta de definición, incluso con velocidades de 1/1000 o más rápidas. No salía de mi asombro y noté como las pulsaciones se disparaban… estaba en plena temporada de bodas y no podía estar solo con el cuerpo de reserva (necesito siempre tener al menos dos cámaras).

Al final después de muchas vueltas y pruebas, tenía casi claro que había algún problema con el espejo u obturador a la hora de moverse, produciendo vibraciones que arruinaban por completo cualquier foto realizada. Así que mientras comentaba el problema con un amigo, me comentó que probara a usar el modo silencioso de disparo, con el cual se reducen bastante las vibraciones del obturador, aunque por contra añadiendo un pequeño retardo de milisegundos entre el disparo y la toma.

¿Qué pasó? pues que las fotos dejaron de salir trepidadas, con incluso una mayor definición y detalle del que había tenido en todos estos años con diferentes equipos.

Había perdido en espontaneidad, si se le puede llamar así a un retardo de un milisegundo entre toma y toma, pero había ganado una barbaridad en detalle. Puede sonar casi cómico, pero parece que ahora tengo otro equipo.

Hay muchos factores que influyen en el resultado final de una toma, pero lo principal en una cámara será siempre su enfoque, siendo la clave para sacar adelante cualquier tipo de trabajo.

Evidentemente es complicado conocer todos los modelos de cámaras del mercado y menos aún probarlos todos, aunque siempre tendremos la opción de recurrir al alquiler de material audiovisual y fotográfico por internet de casi cualquier modelo para uno o varios días, antes de lanzarnos de cabeza a su compra. Puedes hacer una búsqueda de diferentes empresas especializadas en el alquiler de este tipo de material, como por ejemplo, aclamrental.cat y valorar las características de cada una.

Moraleja de todo esto, ese minúsculo retardo ha hecho que empiece a dejar los vicios que me traje con la MKII y además, he ganado en una definición de imagen que no había tenido ni cuando el AF funcionaba bien en modo normal.

Written by Vicente Alfonso