Dependía de sí mismo el Levante para no complicarse la vida, pero seis partidos seguidos sin ganar en casa son ya muchos para quien pretende vivir de rentas. Y la despensa del equipo de se va agotando de víveres, aunque este domingo frente al Español se aferró como pudo a la categoría en un partido vibrante, competido, de ida y vuelta. [Narración y estadística]
Tuvo de todo el encuentro, hasta un expulsado como Rochina, en el 73. Un contratiempo del que, paradójicamente, se repuso el Levante, que no firmó las tablas, pese a que el punto parecía ya bueno por las circunstancias. Lo dieron todo, uno con más acierto que otro, pero nada se les puede reprochar a dos equipos que ofrecieron un pulso trepidante. El Español tomó ventaja en dos ocasiones, pero el Levante reaccionó y remontó para rescatar un punto... que bueno es. No tanto para el Espanyol.
Los catalanes, que hace poco más de un mes parecían desahuciados, siguen mirando a Europa tras cuatro partidos sin perder. Confianza que le hace jugar con más convicción. Todo lo contrario que el Levante, que no le basta jugar con el corazón y, lo peor, sin su referente, Morales. Pletórico durante casi toda la campaña al capitán se le ve falto de chispa, aunque se deje el alma. Apareció dos veces y fue precisamente para fabricar las mejores ocasiones del Levante.
Y eso que los granotas salieron a morder en la salida de balón blanquiazul para ponerse rápido por delante. Los de Rubí, sin embargo, tenían otro plan. Desmontar al rival a la contra. Se lo avisó pronto en dos contragolpes comandados por Puado. No encontraba el Español excesivos problemas para poner en aprietos a un adversario hecho un flan en defensa y fácilmente desarmado en cada ataque . Fue así como le dio el primer bocado.
Al tercer intento un contraataque perfecto, con apenas seis toques de balón superado el cuarto de hora. Condujo la ofensiva Darder, que acabó abriendo al carril izquierdo hasta que cayó el balón en Borja Iglesias. El gallego lo hizo muy fácil mientras Vezo, en vez de salir al paso, reculó. Borja Iglesias le recortó y de disparo seco y ajustado alojó el balón junto a la cepa del poste. El Levante temblaba y no se hundió más porque Aitor Fernández lo impidió con dos paradas antológicas. Hermoso remató de cabeza una falta lateral y el meta sacó una mano imposible. El rechace lo cazó el propio Hermoso y de nuevo el portero se estiró para evitar el gol.
El Levante no existía, sólo el Español, que pudo irse con el segundo al vestuario, pero Gil Manzano, tras consular con el VAR, anuló el tanto de Marc Roca. Partidazo del canterano, pero se ayudó de la mano antes de mandar el zurdazo a la red.
De ida y vuelta
El Español pretendió cerrar el partido en la reanudación cuando un carrerón de Puado fue interceptado por Rober Pier, cuando ya se disponía a chutar sólo ante Aitor. Apretaba con descaro el Español, que sufrió un revés en una falta lateral mal defendida. Vezo, libre de marca, se lanzó en plancha para cabecear cruzado ante Diego López.
Poco duraría el sueño de la remontada porque dos minutos después el Español tomaba de nuevo ventaja tras una acción a balón parado de Víctor. Bardhi despejó mal, con la defensa ya adelantada, y Hermoso prolongó un centro en dirección a Marc Roca, que fusiló a placer. El partido se había desatado del todo con una sucesión interminable de golpes.
Cuando más cerca parecía la sentencia del Español, Campaña robó un balón en una transición del rival y sirvió a Rochina en la frontal para equilibrar el duelo de nuevo con un cañonazo. Igualado el choque al Levante se le cayó el mundo encima cuando su goleador Rochina vio la segunda amarilla a 17 del final. Curiosamente, el Levante ofreció sus mejores minutos en inferioridad y encerró al Español. Tuvo la mejor ocasión Roger para darle la vuelta al marcador, pero golpeó mal ante Diego López. Replicó Javi López con un balón al palo en el 86 para cerrar la lista de ocasiones. El Levante, que se queda a dos del descenso, lo dio por bueno.
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