La planta de Airbus San Pablo, en Sevilla, ya ha inaugurado la primera de las dos estaciones dedicadas al programa de retrofit de los aviones A400M, aquellas dedicadas al mantenimiento y actualizaciones, entre otros trabajos, del avión de transporte militar que se ensambla en la capital hispalense.

Según señaló la compañía en una nota, el inicio de estos trabajos constituye "un hito significativo" para la diversificación de la factoría, que se suma a los centros de retrofit de Getafe y Manching (Alemania) para ofrecer un soporte más eficiente a los clientes del programa. La firma informó de que las labores de retrofit se han iniciado con el avión de un cliente, pero no desveló cuál es ni tampoco en qué consisten los trabajos por razones de confidencialidad. Sí confirmó que la estación está situada en un hangar anexo a la planta de ensamblaje del avión C-295, otro avión de transporte militar más ligero que el A400M y con más recorrido.

Está previsto que llegue otra estación de retrofit del A400M a San Pablo, pero en este caso habrá que esperar a la segunda mitad de 2018 para verla en funcionamiento. La que ha llegado ya y la que está por venir darán trabajo a un máximo de 90 personas, aunque la cantidad exacta de trabajadores en cada momento dependerá de la dimensión de los encargos de los clientes.

La llegada de dos estaciones de retrofit a Sevilla se produce después de que Airbus anunciara la reducción de la cadencia de producción del A400M (15 unidades en 2018, 11 en 2019 y 8 a partir de 2020) ante los sobrecostes, las dificultades técnicas del avión y el retraso a la hora de contratar nuevos pedidos. Como consecuencia de ello, la empresa anunció que el empleo en este programa y en el A380 se reduciría en 850 personas en España, medida que en principio no implicará despidos, sino movilidad a otros contratos más exitosos.

En Sevilla, serán 355 puestos de trabajo los afectados: 111 en San Pablo y 244 en Tablada. La llegada de las estaciones de retrofit es una forma de compensar en parte el ajuste, aunque los sindicatos siguen reclamando nueva carga de trabajo.