La abogacía estudia adaptar tecnologías como blockchain y Smart Contracts pese al vacío legal

La abogacía estudia adaptar tecnologías como blockchain y Smart Contracts pese al vacío legal

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16/2/2018 06:03
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Actualizado: 15/2/2018 20:40
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En este cambio digital que transforma la sociedad y las empresas, los despachos de abogados no están al margen. En una jornada organizada este jueves en Barcelona por Lefebvre – El Derecho junto con ESADE Law School se ha explicado cómo la abogacía está estudiando incorporar en su pool de tecnología herramientas tan disruptivas: el blockchain’ y los ‘smart contracts’.  Por el momento, son figuras sin regulación, lo que genera un vacío legal importante en cuanto a seguridad jurídica.

En plena era de la innovación, el software computacional y las bases de datos están adquiriendo bastante protagonismo en una gran parte de los negocios y/o empresas. Debido a su auge, la abogacía debe conocer estas tecnologías en profundidad y adquirir las capacidades necesarias para actuar en caso de necesidad legal.

El ‘blockchain’ ha sido la primera tecnología sometida a debate. Para los no iniciados, consiste en una base de datos distribuida que registra bloques de información de manera continua, los cuales se enlazan entre sí a través de la criptografía.

Esta técnica de cifrado permite que la información almacenada sea verificada, pero no alterada. Según el socio de mercantil de Roca Junyent, Xavier Foz, “esta validación se hace de manera simultánea por una red de nodos que actúa de forma descentralizada, lo que mejora la seguridad de los datos”.

Dicha seguridad debe reforzarse desde el ámbito legal para evitar ambientes de incertidumbre. Por ello, Foz incide en que “el papel de los abogados en esta tecnología es clave. Por un lado, afecta a múltiples disciplinas del derecho; por otro, como toda innovación, genera situaciones de duda ante la falta de regulación específica de muchas de sus facetas, lo que supone un reto para los juristas y abre interrogantes en cuanto a cuestiones como el régimen de responsabilidad de los intervinientes en el proceso”.

En esta línea, Eugenia Navarro, profesora de Estrategia y Marketing jurídico ESADE Law School asegura que «los abogados deberán ser capaces de entender la tecnología y ser tecnólogos. Trabajar en cultura colaborativa con otros profesionales y disciplinas y en organizaciones más líquidas en las que el mejor talento se alineará por equipos con las mejores competencias para trabajar por proyectos».

Un aspecto importante relacionado con el ‘blockchain’ es la diferenciación entre las criptomonedas, monedas virtuales convertibles que pueden usarse como medios de pago, y los tokens, una representación de una funcionalidad en una red o de activos.

El ‘blockchain’ consiste en una base de datos distribuida que registra bloques de información de manera continua, los cuales se enlazan entre sí a través de la criptografía.

Para el CEO y cofundador de Icofunding, Alejandro Gómez de la Cruz, ambos conceptos están cambiando el sector financiero de forma rápida y notoria. “Cuando la tockenización se consolide y asiente veremos cómo las estructuras del sector financiero actual se convertirán en otra cosa, con más valor añadido y mucha menos intermediación”, ha explicado durante esta jornada detrabajo.

La tecnología blockchain también fue foco de interés en el I Congreso de Legaltech que tuvo lugar hace unos días en el Colegio de Abogados de Barcelona. En dicha mesa redonda intervinieron expertos como Fran Bellido, profesor de Nuevas Tecnologías de la Universidad de Salamanca; Andrea Ortega, abogada de Cuatrecasas ;  el citado antes Xavier Foz, y Roger Olivet, digital challenger de una entidad bancaria. Moderó la sesión Josep Eduard Garriga, socio fundador una boutique legal y financiera con mentalidad emprendedora.

Vacío legal que no protege al inversor

Ante esta perspectiva, en España existen vacíos legales que es necesario suplir. Hay que recordar que CNMV y Banco España comentaron recientemente que los inversores tuvieran cuidado con las criptomonedas, pero aún no tienen in mente controlar este tipo de inversiones.

En esta tesitura, los expertos señalaron que el reto para la abogacía es dar respuesta a las incógnitas con la interpretación del marco legal actual y el uso de los criterios que han empezado a emitir los reguladores que ya se han visto involucrados en procesos judiciales.

La jornada ha concluido con el debate sobre el ‘smart contract’, una herramienta de código computacional programable (“scripts”) que se almacena en una red de ‘blockchain’ y se ejecuta de forma autónoma. Una tecnología que permite que se realicen uno o varios términos contractuales entre varios agentes que responden a una lógica booleana (“si esto, entonces esto”).

De momento no se puede evaluar qué impacto tendrá este software dentro del sector de la abogacía. Por eso, José Ramón Morales, socio de Mercantil de Garrigues, insiste en que es posible que los ‘smart contracts’ estandaricen ciertos procesos y hagan más eficiente la ejecución de algunas cláusulas legales con un componente muy objetivo, algo que puede redundar en una menor necesidad de la intervención del abogado en esos casos”.

Aún así, la figura jurídica seguirá siendo necesaria para la creación de la representación de estos protocolos informáticos en lenguaje natural.  Hoy un contrato inteligente hace referencia a un contrato que se ejecuta por sí mismo sin que intermedien terceros y se escribe como un programa informático en lugar de utilizar un documento impreso con lenguaje legal.

¿Son necesarios los abogados en los Smart contracts?

En los smart contracts, los ordenadores juegan un rol activo. No se trata solamente de almacenar electrónicamente documentación o permitir la firma electrónica, como se ha hecho hasta ahora, sino que estos programas realizan análisis y ejecutan alguna de las partes de su lógica interna.

“El  programa puede definir reglas y consecuencias estrictas del mismo modo que lo haría un documento legal tradicional, pero a diferencia de los contratos tradicionales, también puede tomar información como input, procesarla según las reglas establecidas en el contrato y adoptar cualquier medida que se requiera como resultado de ello”, según explica Javier Sebastián, responsable de Regulación Digital de DLT de BBVA Research.

estos contratos inteligentes permitirán hacer negocios entre desconocidos de manera fiable y sin necesitar un intermediario de confianza. Además, el software automatizará el

Ante este posible escenario, la pregunta que se plantea es si esta tecnología va a poder sustituir la labor de los abogados o los servicios jurídicos de una empresa.

“El papel de los abogados podría cambiar y pasar de adjudicar contratos individuales a producir plantillas de smart contracts en un mercado competitivo, pero los smart contracts son una evolución del sistema legal, no una sustitución del mismo”, concluye Sebastián de BBVA Research.

Sin embargo, el debate se abre con el uso de esta tecnología tan disruptiva  en los propios bufetes y ya veremos en cada firma que es lo que sucede realmente y en qué lugar queda el papel del abogado cuando estas tecnologías irrumpan de forma masiva en estas estructuras legales convencionales.

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