Inicio Aprender ajedrez Historia ¿Está el ajedrez emparentado con el yoga?

¿Está el ajedrez emparentado con el yoga?

8
El cantante Sting y su esposa, Trudie Styler, con Ryan Spielman, conocido profesor de yoga Ashtanga, en Il Palagio, una villa del siglo XVI situada cerca de la ciudad de Figline Valdarno, en Italia, en mayo de 2006. MICHAEL O'NEILL TASCHEN

Para muchos aficionados al ajedrez, quizás no haya una relación directa entre ambas actividades pero sí que la hay, y puedo dar muchas pruebas de ello. En este artículo quiero adentrarlos en una historia diferente llena de misterios y datos curiosos…

Para empezar mi primera intención era escribir sobre “ocultismo y ajedrez”, y pensaba utilizar entre otras fuentes un libro que encontré en la Biblioteca Rivadavia, la más importante de mi ciudad y que tiene muchos ejemplares de principio de siglo. El libro en cuestión se titula “El Raja-Yoga y el Ajedrez” y el autor es el cubano Manuel Aguirre y de la Torre.

Creo que este libro es una joya para los historiadores del ajedrez, porque mira la práctica de nuestro deporte como una actividad similar a la meditación y en sus fundamentos hace un despliegue de diferentes corrientes de pensamiento “ocultista” quizás la más conocida de todas ellas es Madame Blavatsky.

Pero el libro no se queda allí también toma las corrientes del pensamiento más avanzadas para la época y en el caso de hominización menciona a las teorías de Florencio y Carlos Ameghino que en su momento sostuvieron el origen del hombre en la “Pampa Argentina”, en fin, un libro para dejar de lado la crítica anacrónica y mirar cuales eran las corrientes de pensamiento en los albores de la década del 30.

En los siguientes párrafos voy a puntualizar exactamente los temas que vinculan Ajedrez y Yoga.

Yoga y Ajedrez

Teniendo en consideración que “el Raja Yoga es la ciencia por medio de la cual se perfeccionan y desarrollan los centros y localizaciones cerebrales de la intuición” y el “ajedrez nobilísima disciplina mental (…) el camino de perfección preliminar. Por las rutas imaginarias del tablero ajedrezado, el estudiante, mezclamiento de brahmán, kchatriya y vaizya, avanza año tras año en los 8 grados del Raja-Yoga”

Así comienza este curioso libro y por si alguien le quedan dudas sobre lo que sostiene este autor en el año 1928, en su página 44 lo expresa más claramenteLos 8 grados del Raja – Yoga, pueden conquistarse jugando al ajedrez” a lo que agrega “El 8° (grado) denominado Samadhi (…)  es pues: Razonamiento lógico. O percepción clarividente superconsciente” al explicar este último termino dice: “Samadhi, tan traído y llevado en los estudios de Yoga, no significa más que lo siguiente:

1° Conclusión lógica de un razonamiento deductivo o inductivo.

2° Percepción Psicométrica que trasciende las conclusiones lógicas adquiridas, tras una serie de difíciles y laboriosos razonamientos.”

¿Cuándo juego al ajedrez, practico Raja-Yoga?

Creo que esta es una pregunta muy válida y que puede ser contestada con palabras del autor “El ajedrecista, que por el hecho de serlo, practica aun inconscientemente los grados 3° o actitud o postura correcta, 5° abstracción de los sentidos en la labor que hace, sexto o atención sostenida, 7° o meditación, que comprende todos los procesos lógicos del raciocinio (…) puede practicar ligeros ejercicios de pranayama mientras juega.”

Lo interesante de esta afirmación es que en las páginas anteriores el mismo autor advertía sobre los peligros de practicar “pranayamas” (ejercicios de respiración) sin el debido acompañamiento y guía. En el caso de un ajedrecista ya por serlo los puede practicar, como si el poder jugar ajedrez le habilitara para realizar tareas que una persona común no pudiera hacer.

El camino del Ajedrecista, el camino del rajayogui

Leyendo la investigación de Manuel de Aguirre pareciera como que en occidente hubiéramos siempre ignorado el camino espiritual que se escondía debajo de nuestra práctica ajedrecística. Como si alguien hubiera tapado con un camino de tierra un camino de oro, y de este modo nos quedamos con la forma, vacía de contenido, o como dicen algunos ajedrecistas “moviendo maderitas”.

Pero cabe advertir que cualquier práctica de ajedrez no lleva al mismo camino, veamos “el rajayogui ajedrecista (…) debe forzar el razonamiento hasta sus últimas conclusiones (…) Y al efecto, tomará alguna de las aperturas irregulares, poco estudiadas y conocidas y procurará conducir el análisis hasta sus consecuencias finales. Dos resultados laudables conseguirá con ello. Mejorarse a sí mismo y enriquecer la bibliografía con su labor meditativa”

Es interesante observar como ya en 1928 se pensaba que “no es labor muy fácil innovar o ser originales en Ajedrez, pues sus caminos están más que trillados. Para comprobarlo consúltense el “Handbuch”, voluminosa enciclopedia del ajedrecista”, ¿qué hubiera pensado, nuestro amigo, frente a la revolución que significo la era digital? y que aún hoy en día sigue modificando nuestra forma de ver el ajedrez, pero eso es tema de otro artículo.

Otra forma de entrenamiento es “el estudio de finales y problemas es también uno de los mejores procedimientos para despertar la Intuición Trascendente”. En definitiva, la idea de este autor es que el ajedrecista si quiere llegar a conocer esta “intuición” debe meditar “Frente a las piezas en orden de batalla, con el claro entendimiento presto a buscar en las causas presentes los efectos remotos, mediten los esforzados paladines….más allá de las abstrusas combinaciones. Más allá de todas las conclusiones lógicas. ¡Más allá! Más allá!”

Peligros del Ajedrez

Enlazado con lo último con el modo correcto para alcanzar la “intuición” el autor advierte a aquellos jugadores de ajedrez que no piensan lo que están jugando del siguiente modo:

Un gran peligro corre los que se entregan al ajedrez, labor intensa y sedentaria. Y es el auto hipnotismo. (…) a veces en el rostro beatífico de un jugador de ajedrez que cambia automáticamente sus piezas mayores y avanza sus peones al desgaire, el Dios Morfeo clava la saeta traidora. Entonces…ni se hace Yoga ni se practica Ajedrez. Se inhibe el complexo mnemónicas asociativas que constituyen el YO, se imponen las asociaciones de ideas automáticas, y en lugar de afirmarse el espíritu por los caminos de la “Voluntad de Potencia” piérdese en vanos devaneos de fantasía.” Que forma más poética de decir “piense antes de jugar”.

El ignoto

¿Qué otro sinónimo le puede caber a un autor del cual pocos datos he encontrado? Lo poco que pude saber leyendo su libro es que es cubano y presumiblemente visitante ocasional del “Club  Capablanca, de Matanzas” a la cual dedica su línea de juego “El recontragambito del caballo de la Dama” una variante del Gambito Mucio.

En el Magazine de “La Lucha”, El Municipio de Matanzas Ciudades, Pueblos y Lugares de Cuba” datado en 1923 aparece una sección donde se describe al citado club de Ajedrez el autor al describir la historia del club agrega: “Y nos congratula designar en párrafo aparte los nombres de los doctores Aguirre y Caballero, que a pesar de que juegan muy de tarde en tarde el ajedrez y de que no concurren a nuestras contiendas, son incuestionablemente dos mentalidades brillantísimas, que serían invencibles si le dedicaran un poco más de tiempo al juego por excelencia”

¿Será este doctor Aguirre el autor de la obra que estamos presentando? En este mismo artículo presento dos fotos de los participantes del club con sus autoridades, quien sabe quizás entre esas imágenes mudas este nuestro ignoto, esperando que lo descubramos.

Conclusión

El autor une al yoga y a la práctica del ajedrez desde un punto de vista que tiene en cuenta el dominio de la mente. Pero este dominio de la mente no involucra la anulación de todo el pensamiento sino todo lo contrario, la concentración dirigida a un pensamiento en particular.

No plantea técnicas de dominio de la concentración o respiración adecuada. Su objetivo es situar al ajedrez como “el camino de la perfección preliminar” para “tal vez un día, como consecuencia de sus constantes esfuerzos, la VISIÓN PSICOMÉTRICA surgirá, y en el éxtasis del Samadhi en su segunda forma, el pasado el presente y el futuro, desfilaran ante sus ojos.”

Pero el autor no se conforma con la elevación del espíritu y explica “El ajedrez no es simplemente Karma-Yoga (…) es también Jnana-Yoga en su expresión más elevada, pues el desarrollo mental que puede adquirirse practicando y estudiando el ajedrez es equivalente (…) al que puede adquirirse laborando en cualquier otra disciplina artística o científica”

Acá los dejo hasta el próximo artículo, la intención de este, fue mostrar como un autor influido por diferentes corrientes del pensamiento entre científicas y místicas logro percibir algo que a veces sentimos los ajedrecistas cuando pasamos horas en soledad frente a un tablero. ¡Esto no puede ser solo un juego!

Profesor de Historia para la Dirección de Educación Naval de la Armada Argentina y apasionado del ajedrez. En el año 2005 creó la primera biblioteca temática de Ajedrez a la que llamó Clio y luego en el 2014 creó la primera escuela de Ajedrez de Bahía Blanca. Su biblioteca cuenta con valiosos e importantes documentos.

8 COMENTARIOS

  1. Buenas tardes a todos.
    Yo pienso, en mi criterio personal que no. El ajedrez y el yoga nada tienen en común.
    Es cierto que cuando jugamos una partida de ajedrez hay que pensar, meditar y interiorizar bien lo que uno va a hacer, pues antes de realizar una jugada, hay que pensarlo muy bien para no cometer un grave error; pero creo no tiene nada que ver el uno con el otro.
    Saludos,
    !

  2. Excelente articulo, Daniel podrías escribir un articulo sobre el ajedrez y las artes marciales, yo practicó artes marciales y creo que hay mucha correlación de entre estas disciplinas… saludos desde Venezuela.

  3. Tenía mucho tiempo navegando en la red y no había podido dar con la información correcta. Qué bueno que la he conseguido. ¡Excelente!

  4. Me alegro mucho Elena, pronto voy a ampliar la investigación sobre el mismo libro para una universidad de Cuba. Saludos

  5. Hola

    Cuando lo eterno es un lo único que existe, la vida brinda un sabor único con una sola bala en el cargador. Si la cosa se trunca o sale mal, ahí está la muerte.
    La vida es movimiento, y para observar lo estático hay que parar. Una palabra es un objeto estático que asume una condición absoluta como eterna al ser parte de la memoria, y ésta puede configurarse en un tablero de juego, porque juego, es lo que hay. Por eso los serios siempre pierden y no pueden reirse de sí mismos.

    El Uno, desde mi experiencia, hace referencia a la disolución de lo que se cree que es para reconocer las cosas tal cual son. Esa disolución rompe la condición del observador desde su etiqueta. El ejercicio de atención es en realidad sobre el dominio del lenguaje para desintegrar la relación de amo/esclavo. Cuando el ser es llevado por su lenguaje, es sometido por su propia herramienta, sus pensamientos y deseos, siendo esclavo de sus creencias porque tiende a ser encarcelado en sus etiquetas y protocolos de acción, consecuentemente, es gobernado por un sistema de control externo de etiquetas, es decir, con la necesidad imprescindible de un intermediario.
    Por ésta razón se producen interferencias que molestan y torturan al ser, con un desperdicio de energía y tiempo. Las etiquetas son sensibles a las palabras y se protegen al existir el miedo a la muerte. Ese es el signo y señal de que se posee una vulnerabilidad, distorsión o interferencia.
    Por ésta condición se genera relatividad, desde donde no se diferencia bien entre la ficción y la realidad, entre la verdad y la mentira, o entre el bien y el mal, siendo una ficción legal y técnica la que engloba a todas las creencias en una red global.
    Básicamente, toda patología está ligada y es consecuencia de una forma de esclavitud. En este sentido, los gobernados siguen el mito del martirio en el infierno para llegar a un paraíso fuera de éste mundo. En el mito existen agentes lógicos que dan escarmiento con tributos y sacrificios por los pecados del hombre. La muerte entonces, se convierte en salvación por lo que se activa el proceso y se da permiso a los agentes según les sea conveniente. Es decir, según la creencia, la verdad esta fuera del ser, por lo tanto, está fuera de este mundo. Al ser susceptible a las ilusiones de las ficciones se dejan llevar por ellas quedándose en una cueva. Por este hecho, las soluciones pasan por el filtro del relato para ser acomodadas a la etiqueta de ser, dentro de la cueva.

    Este es un estigma que carga la humanidad, de los pueblos vulnerados y sometidos mediante su lenguaje por la fuerza bruta, y se reproduce en cada núcleo familiar en mayor o en menor medida.
    El amo desplaza al yo hacia la periferia generando la sensación de dualidad manifestado en/con el cuerpo y el ambiente. En ese centro instalaron un Ente llamado Dios que es el ancla de gobernanza. El ente muta con diferentes variantes ideológicas de autoridad y omnipotencia entre blancos y negros. De esta manera el formato creativo queda condicionado para el ser, mientras se da rienda libre creativa para el ente que mantiene el orden. Es básicamente un virus ideológico.
    La lógica de ocupar el centro creativo, como el espacio de Dios, deja al ser todavía a merced de las creencias de las etiquetas reducidas a lo que es un Dios y un hombre, y por esta razón, al no experimentar plenamente la vida como humano, y pretendiendo en deuda ser algo más como superior, juega en las dualidades con lo inferior, volviendo a vulnerarse y desplazarse hacia la periferia. Es una disonancia cognitiva que reduce el sentido común. El esclavo no sólo puede transformarse en inferior, víctima y en masoquista, sino que al intentar la liberación desde la represión de la condición se convierte lógicamente en lo contrario. Las relaciones humanas se infectan de esta manera constituyendo una tolerancia como puente paliativo hacia el respeto como estado natural, es decir, hacia una consecuencia espontánea que no necesita ser enunciada ni clarificada por evidente. Tolerar es sumisión anulando un aspecto de fuerza y defensa del ser, cuestión que incide físicamente. Ningún aspecto del ser es negativo, inclusive el ánimo de destrucción, ya que posee una función clara pero con el foco invertido por la dualidad. Las personas poseídas por sus etiquetas terminan por destruir a otras etiquetas desde la confusión de lo invertido, al no distinguir la ficción de la realidad, extinguiendo al ser que la habita, incluido a sí mismo.
    Aquí puede observarse el programa de dar la otra mejilla como absoluto estático, ignorar, porque se desatiende y se confunde la señal se distorsión con una orden.
    El movimiento lógico de la creencia del Uno, rompe toda frontera con los seres y cosas, amalgamando en una masa sin sentido. Pero el ser es con lo seres, cosas y su escenario, siempre, y el ser posee una esencia única con unas formas y caractrerísticas con las cuales es identificado. La uniformidad y homogeneidad desde las creencias siempre cumplen con un propósito de gobernanza. Aquí habla el mito de Sísifo.
    Por este hecho existen percepciones de libertad diferenciadas, y mas arraigo cuando la etiqueta cumple con su deber dentro del sistema artificial, confundido con el natural.

    Pensar con palabras es ordenar y proyectar en un plano de dos dimensiones. Lo que obliga a obedecer una linealidad de tiempo y espacio. En un plano juegan las lógicas booleanas que reducen todas las variantes posibles para que pasen por una puerta prestablecida y condicionada. Desde los sueños lúcidos, premonitorios o experiencias fuera del cuerpo se puede verificar la elevación y salida de ese plano en donde se vislumbran las trayectorias lógicas del formato y los símbolos de lo ignorado. Este espacio recreativo es una copia fiel del mundo real, y clarifica que siempre estamos en casa sobre una base universal que dice Si a todo, inclusive a las cosas más aberrantes. Por esta razón el ser humano programado se hace muy predecible y útil para una gobernanza de masas.

    El arte es fundamental porque no necesita del filtro de las palabras, ya que utiliza la información vital del ser y su esencia como materia prima, y a los lenguajes como herramientas. No existen malas palabras, solo la creencia añadida, pero lo peor son las creencias en palabras que no existen en la realidad.

    Las creencias deben estar al servicio del ser para propiciar el desarrollo y manifestación del ser creativo. La creencia es provisoria, debe ser modificada, cambiada o descartada considerando que la vida es movimiento. Las ficciones son los objetos estáticos y definidos como absolutos, evocados y movilizados únicamente por el creyente.
    No solo cada día es diferente y trae una oportunidad o nueva vida, sino que cada instante lo es.

    ¡Larga vida al rock and roll!

  6. Otra posibilidad es la combinanción del I Ching ( libro de las Mutaciones) y sus 64 hexagramas sobre el tablero…hay un libro al respecto : “El Ajedrez Oracular” de José Luis Padilla Corral, fundación Neijing, Bogotá, 2009, 183 páginas.

DEJA UNA RESPUESTA

¡Por favor, escribe tu comentario!
Por favor ingrese su nombre aquí

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.