Seguramente hayas escuchado alguna vez la frase “lo bueno viene en frasco pequeño” y nada mejor que aplicarla en esta nota. Porque vamos a estar contándote en esta nota sobre el Principado de Mónaco, segundo país más pequeño del mundo.
Solo por detrás de Ciudad del Vaticano, encontramos esta joya del Mediterráneo. Ubicado entre este increíble mar y los hermosos Alpes, Mónaco es sin dudas una de las paradas obligadas en tu viaje por Europa.
Por eso te vamos a mostrar 7 cosas increíbles que te convencerán de hacerlo.
1. Sus hermosas playas, parte de la Riviera Francesa
Con un clima ideal desde los comienzos de la primavera, disfrutar de la hermosa costa, con pueblitos y ciudades, es inevitable.
En el barrio Larvotto, que limita con Roquebrune-Cap-Martin, encontramos su playa más famosa llamada Larvotto Plage. Hay dos secciones de esta playa, una pública y otra privada. La sección pública es gratuita, y es el lugar perfecto para darse un baño en las aguas del Mediterráneo. Justo después del borde más occidental de Mónaco, la playa de Marquet también es una magnífica elección.
2. El casino de Monte Carlo
El Casino de Montecarlo es sin dudas uno de los más impresionantes y lujosos del mundo. La fachada exuberante de la Belle Epoque es suficiente para demostrarnos esto, aunque visitar el interior es como retroceder en el tiempo.
Si queres probar suerte en el juego podrás encontrar juegos estadounidenses y europeos y con una apuesta mínima de tan solo 5 €. También hay visitas guiadas y grupales al casino que están disponibles de 9:00 a.m. a 12:30 p.m. Lo que hay que tener en cuenta es que los visitantes deben ser mayores de 18 años, cumplir con el código de vestimenta y presentar su identificación.
3. El Museo y Acuario Oceanográfico
El Museo y Acuario Oceanográfico, construido en 1910, se encuentra sobre un impresionante acantilado de casi 100 metros de alto y es otro edificio que solo por su arquitectura merece la pena ser visitado.
Ingresando podrás sumergirte en aguas profundas como el famoso explorador de océanos Jacques Cousteau (quien supo ser director del acuario). En los tanques del sótano, se encuentran coloridos peces de arrecife como el pez payaso, el pez león y el ballesta Picasso, nadando alrededor de los arrecifes de coral que los cuidadores del acuario han creado con un trabajo realmente exitoso. Después de recorrer todo el camino hasta la cima, obtendrás una recompensa no menor, unas vistas panorámicas espectaculares de todo Mónaco.
El Museo y Acuario Oceanográfico está abierto todos los días, excepto el fin de semana del Gran Premio de Mónaco y el 25 de diciembre. La entrada es de € 14 por adulto, € 10 por adolescente de 13 – 18 años, y € 7 por niño de 4 – 12 años.
4. Le Rocher, Villa Mónaco
La Villa de Mónaco, también llamada Le Rocher, es la única parte de Mónaco que conservó intacto su casco antiguo original, con pequeñas y preciosas calles medievales. La ciudad vieja construida sobre una roca en forma de pistola, tiene una ubicación estratégica con vistas al mar por lo que se convirtió en la fortaleza de la dinastía Grimaldi. Hay varias escaleras hasta Le Rocher; la mejor ruta es a través de Rampe Major, que comienza en place aux Armes, cerca del puerto.
En la travesía hacia la cima, no dejes de visitar la estatua del difunto Príncipe Rainiero mirando hacia abajo a su amado Mónaco, creado por el artista holandés Kees Verkade.
5. Una bodega única en el mundo
El Hotel de Paris Monte-Carlo tiene un secreto que no muchos saben. Debajo del hotel se encuentra su bodega, la bodega de hotel más grande del mundo, pero que lamentablemente no está abierta al público.
Solo para los clientes más exigentes que han reservado degustaciones privadas, podrán conocer la colección de aproximadamente 500 mil botellas, algunas literalmente invaluables. La bodega es tan exclusiva que fue el lugar de celebración de la boda del Príncipe Rainiero III y la Princesa Grace de Mónaco.
6. El Gran Premio de Mónaco
El circuito de Mónaco tiene lugar por las calles de Montecarlo y La Condamine, en los alrededores del puerto de Mónaco. Es sin dudas uno de los eventos deportivos y sociales más importantes del año, durante cada mes de mayo.
Es ideal para ir a las colinas y disfrutar de un típico picnic con baguettes y champaña (o algo más económico también) para ver a los autos y famosos corredores de Fórmula 1. Es un evento imperdible para los amantes del deporte, las carreras y para aquellos que quieran ver un espectáculo sin inigual.
Las entradas generales para el Gran Premio de Mónaco suelen costar unos € 75 por persona.
7. La Condamine, corazón de Mónaco
Para experimentar y disfrutar del Mónaco tradicional, no puede faltar una visita al mercado de La Condamine, un lugar amplio en el centro de la ciudad, que se llena de colores cada mañana con los puestos del mercado de hierbas; rodeado de bares, ideal para tomar un aperitivo, refrescarse y seguir recorriendo. También se puede admirar la Rampe Major y sus dos puertas del siglo XVI, que suben hacia el Peñón.
