Vincet Butterfield, un niño de siete años de Union, Misuri (EE UU), tuvo que ver, el pasado mes de junio, cómo su mejor amigo, Zac Gossage, era diagnosticado de leucemia linfoide. Lejos de amilanarse ante la enfermedad, el pequeño ha hecho piña con su compañero en todo. Lo último, raparse el pelo cuando Zac perdió el suyo por el tratamiento, para que "no sintiera que era el único", según informa The Guardian.

Cuando Zac cayó enfermo, Vincent comenzó a informarse sobre la dolencia de su amigo y, cuando se supo el costoso tratamiento al que tendría que someterse, buscó la manera de ganar dinero para él, vendiendo bufandas.

La historia de estos dos grandes amigos y su sencilla definición de la amistad, "una cosa bonita", ya ha dado la vuelta al mundo.