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Científicos del Vaticano confirman que el alma humana son gases

EL ALMA NO SE LIBERA SÓLO CON LA MUERTE SINO TAMBIÉN DURANTE LA SIESTA

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Un equipo de científicos de la Santa Sede ha presentado esta mañana sus conclusiones en torno a una investigación iniciada hace muchos años sobre la naturaleza del alma humana. La tesis principal de los expertos defiende que lo que llamamos alma humana en realidad son gases.

Los investigadores han contrastado la gran variedad de teorías formuladas a lo largo de la historia respecto a esta cuestión, empezando por los albores de la filosofía antigua y considerando también los libros litúrgicos de la India con sus primeras defensas del dualismo.

«Platón defendía que el alma humana estaba encarcelada dentro del cuerpo y no iba desencaminado. El error fue creer que sólo se liberaba con la muerte. Nuestras evidencias muestran que el alma se va liberando poco a poco, con una intensidad que depende de lo que hayamos comido», explican los científicos.

Según parece, algunos alimentos ricos en fibra, carbohidratos, celulosa, proteínas y grasas, junto con las bebidas gaseosas, pueden provocar un aumento de la espiritualidad en el estómago y el intestino. También ciertas patologías digestivas moderadas o severas, como las úlceras gástrica y duodenal y la dispepsia intestinal, acrecientan la presencia «de eso que algunos presocráticos describían como fuego interno». Entre ellos, el filósofo Anaximandro fue, sin duda, el que se acercó más a la verdad cuando atribuyó al alma una constitución aeriforme.

«Son lógicas las reticencias a aceptar que el alma forma parte del propio cuerpo. Cuando el espíritu emerge, todos prefieren distanciarse de su naturaleza material, ya sea negando su existencia o diciendo que ha sido Dios y no uno mismo quien le ha dado el ser», confirma el padre Almunia, teólogo del Vaticano.

«Los servidores de la Iglesia, por nuestra condición espiritual que nos provocan los ágapes abundantes, dejamos que el alma fluya por debajo de nuestras sotanas, que tienen un diseño pensado precisamente para dejar que lo espiritual se muestre», añade el teólogo. «Nos pasamos el día arrodillándonos y levantándonos, es normal que el alma se abra paso», insiste.

Es de esperar que las nuevas evidencias modifiquen la postura de la curia Vaticana sobre el tema de los gases. «Si la gente acude a nosotros para mostrarnos su alma pecadora, habrá que modificar los confesionarios para dotarlos de mayor ventilación», apuntaba un clérigo esta mañana.

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