Una testigo, a quien los investigadores otorgan una total credibilidad, ha declarado que el empresario encarcelado Bartolomé Cursach financiaba orgías sexuales, tanto en su domicilio como en un prostíbulo de Palma, a las que acudían tanto José María Rodríguezcomo Álvaro Gijón, ambos investigados en la causa de la trama policial. El juez levantó ayer el secreto de dicho testimonio.

Esta mujer ha declarado en varias ocasiones ante el juez Penalva y el fiscal Subirán. En todas ellas aporta datos, algunos hasta ahora desconocidos y otros que no hacen más que confirmar las sospechas de los investigadores, como por ejemplo que se organizaron fiestas sexuales en la discoteca Tito´s para policías locales.

En una de las primeras declaraciones que realizó detalló que todos los lunes Cursach organizaba en su finca de Puntiró "partidas de póker y una vez que concluían las partidas había auténticas bacanales". Detalló que a una de estas fiestas acudió Rodríguez y lo recordaba muy bien porque a una prostituta, amiga suya, "le rompieron el bazo".

Presenció cómo a la joven la sacaban de la finca y la llevaban a Son Dureta. "Echaba sangre por la boca y la vagina". La describió como una chica brasileña, de tez morena y muy guapa. En el hospital fue a visitarla y la chica "me contó que Cursach le dio mucho dinero para que se marchara a Brasil".

Además del domicilio de Cursach, según describió la testigo, Rodríguez también era un asiduo visitante a un prostíbulo de Palma, ubicado en la calle Lluís Martí. "Pasaba tardes enteras", detalló la mujer, que aseguró que en este piso el político del PP se "encerraba con una o varias chicas. Constantemente iba seleccionando chicas para mantener sexo". La mujer explicó al juez que sus compañeras le contaban los "gustos extraños y peligrosos de Rodríguez" y que por ello algunas de las prostitutas se negaban a cumplir los gustos del político. Cuando esta situación se producía, "Rodríguez mandaba traer chicas de la calle o incluso chicos, ya para presenciar cuando éstos tenían relaciones con las chicas o cuando tenían relaciones entre sí, o incluso con él". La mujer detalló que ella misma vio muchas veces al exdelegado del Gobierno cuando salía del prostíbulo y recordaba su imagen "en un estado lamentable y totalmente pasado de cocaína y alcohol".

Álvaro Gijón

La testigo también sitúa a Álvaro Gijón, diputado y concejal del PP, en este prostíbulo, aunque de una forma "más esporádica". Afirmó que el político acudía en coche oficial, acompañado por el chófer, al que describe con todo detalle.

En las distintas declaraciones que realizó esta mujer aseguró que los servicios sexuales nunca los pagaban los dos políticos. Los gastos corrían a cargo "de la casa". Pero lo que sí hacían era financiar la droga que se consumía en las orgías. "Gijón y Rodríguez llamaban a no sé quién y la traían hasta el piso. Invitaban con esta droga a las chicas". Asegura que Gijón "seleccionaba a las chicas y exigía que tomaran cocaína. Quien no quería tomar droga no entraba con él". Detalló también que los dos políticos "se encerraban con varias chicas a la vez y estaban días enteros sin salir del piso". Cuando se quedaban sin dinero, "Rodríguez llamaba a un empleado de un banco de la calle Aragón. Otras ocasiones quien le traía el dinero lo hacía de un banco de la plaza España". Además del piso de la calle Lluís Martí, los mismos hechos se repetían en un chalet de Génova "donde también se ejercía la prostitución".

Dinero para droga

La mujer acusó también a Gijón de hacerle un encargo personal para que comprara droga. Esta testigo participó en la organización de un evento deportivo. Se trató de un torneo de pádel que se organizó en el Megasport. "Por la mañana Gijón me dio la llave de un despacho detrás de la pista, adonde no debía dejar pasar a nadie". Allí se preparó "unas bandejas de gran tamaño, tipo paellera de 10-12 personas. Se prepararon unas rayas (de cocaína) y se colocaron unos trozos de pajitas a su lado". Asegura que, al terminarse la droga, Gijón le pidió que fuera a por más. Fue a una casa de la calle Manacor, "donde Gijón ya había avisado de que iba a ir a por cocaína". Para financiar la compra, según contó esta testigo, el político le entregó un sobre "con un billete de 500 euros". Ella misma le entregó la droga a Gijón en el propio gimnasio. A continuación se le ordenó que fuera a recoger a unas prostitutas del piso de Lluis Martí. Las trasladaron en un taxi. Un amigo del político "me entregó un sobre para estas mujeres". No pudo concretar cuánto dinero había en el sobre, ni de qué forma se repartió. Ni tampoco pudo concretar el motivo por el que el diputado del PP le impuso que el torneo, patrocinado por Cort, se celebrara en el gimnasio de Bartolomé Cursach.