RuiBritto

Hace no tanto, incluimos las playas de Fernando de Noronha entre las más lindas de Brasil. Podría pensarse que éste paraíso aislado se quiso conservar como un secreto. Pero mejor explicado, éste archipiélago volcánico del estado de Pernambuco con sus 21 islas, han sido declaradas como un Parque Nacional Marino (afortunadamente) lo que implica que estén apenas habitadas y muy controladas. La buena noticia es que se pueden visitar, y para ello hay varias razones (además de la siguiente selección de 30 fotos).

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Es un punto de buceo inmejorable, entre los mejores de Brasil, es un destino de ecoturismo con una infraestructura mínima, pequeñas y agradables posadas con servicios básicos. Y es un destino que nada sabe de la masificación, sino todo lo contrario.

Henrique Pinto

Viagem

Galería de RuiBritto

No hay grandes ciudades, no hay casi restaurantes, ni calles, ni centros comerciales ni avenidas, ni vida nocturna. Sólo hay lo suficiente en cuanto a servicios para una estadía donde disfrutar de un sitio intacto, equiparable en su belleza a islas caribeñas o de Maldivas. Un tesoro natural reconocido como Patrimonio de la Humanidad, el lugar que fascinó a Tomás Moro para inspirar un ficticio lugar perfecto que ilustraría la palabra «utopía».

Tadeu Pereira

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Éste sitio está situado a unos 300 kilómetros de la costa nordeste de Brasil, con una isla principal, la única habitada, y una serie de islotes menores. Y las razones para viajar a ella son sobre todo: sus playas. Cada una un auténtico paraíso a escala, con aguas bañadas por el Atlántico, pero que gracias a algunas bahías, ensenadas y formaciones rocosas se convierten en piscinas naturales turquesa. Bucear o hacer esnorkel en algunas de ellas es una experiencia única, entre delfines, tortugas, peces de colores. Entre las playas imperdibles mencionamos la Playa de Sancho, Conceição, o la bahía de los Delfines.  

Paulo Henrique

Roberto Faccenda

Ricardo Polisel Alves

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Fernando de Noronha es también un destino aislado, y accesible para pocos, por lo tanto, los precios de algunos servicios y prestaciones suelen ser un poco más elevados que otros destinos de Brasil.  Por su aislamiento, llegar es un tanto simple de relatar: el único modo de hacerlo es el avión ya que no hay un servicio marítimo de pasajeros, a menos que podamos contar con una embarcación particular, o que paguemos algún crucero.

Roberto Garrido

Paulo Henrique

Photo Pantai

Paulo Henrique

Sólo hay dos formas de hacerlo, através de una línea aérea con vuelos regulares desde Natal y Recife, o desde otros puntos de Brasil. Desde Argentina, obligadamente habrá que combinar un mínimo de dos vuelos. Para desplazarse en la isla hay que utilizar un autobús público que conecta con la mayoría de las playas, o alquilar un buggy, algo muy usual en muchos destinos de Brasil.

Ricardo Polisel Alves

RuiBritto

Andrei

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También hay que saber, que de acuerdo al número de días que vamos a estar en Noronha, se cobra una ecotasa que se utiliza para invertir en la preservación del archipiélago, además de una entrada al Parque Nacional con un costo de 150 reales (la tasa se puede pagar en el aeropuerto o en la misma isla). Llegar hasta Noronha ya es un lujo de por sí, un destino que pocos turistas visitan, y que por su naturaleza, no requiere de mayores prestaciones que estar allí, y disfrutar de un sitio único.

Galería de Ana_Cotta

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Ricardo Polisel Alves

RuiBritto

Entre las excursiones, se puede realizar un paseo en barco para ver delfines que además sirve para llegar a sitios de la isla no accesibles por tierra. La mejor época para visitar Noronha es entre agosto y septiembre, cuando las playas de Brasil que miran al continente están con un mar calmo al estilo de una piscina.

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