Fotografía de familia disfrutando de tiempo de calidad junto a un lago
Iñaki Calvo Sánchez

Tiempo de calidad en familia


¿Te gustaría pasar más tiempo de calidad con tus hijos y tu pareja? ¿Quieres disfrutar más del tiempo en familia? Pues en este artículo encontrarás una fórmula eficaz —y algo provocadora— para conseguirlo.

Cuando tenemos poco tiempo, queremos «tiempo de calidad»

Hay ocasiones en las que siento que el tiempo se me escapa como arena entre los dedos. Seguro que a ti también te pasa.

El exceso de obligaciones y deseos, sello del tiempo en el que vivimos, nos convierte en personas hiperactivas. Siempre hay algo nuevo que hacer, un nuevo lugar que visitar, un nuevo libro que leer o una nueva serie que descubrir.

Por eso creo que es esencial que cada quien defina sus prioridades y que administre su tiempo en consecuencia. En mi caso, por ejemplo, ya he renunciado deliberadamente a muchas cosas que me gustaría hacer para concentrarme en otras que he decidido hacer, pero aun así, en ocasiones sigo sintiendo que no doy abasto.

Tengo dos hijos y una pareja a quienes quiero con locura y deseo pasar mucho tiempo con ellos. Trabajo a jornada completa haciendo una labor que me gusta y fuera de la oficina leo y estudio para mejorar en mi profesión. Escribo y mantengo este blog. Leo entre uno y tres libros al mes y montones de artículos de blogs y periódicos. Veo varios capítulos de mis series favoritas a la semana. Medito. Tengo amigos a los que intento ver con cierta frecuencia. Y, por supuesto, también me ducho, hago la compra, cocino, limpio la casa…

No soy el único en esta situación, lo sé. Y también sé que cuando no tenemos tiempo libre en cantidad pensamos que lo que necesitamos es «tiempo de calidad». Seguro que has escuchado a alguien decir que, como no tiene mucho tiempo para sus hijos o su pareja, les va a dedicar tiempo de calidad. ¿Te suena?

¿Qué es el tiempo de calidad?

Antes de seguir adelante, creo que conviene aclarar qué sigfica eso del «tiempo de calidad». Así que vamos a echarle un vistazo al diccionario.

Ni la versión en español de la Wikipedia ni el Diccionario de la Lengua Española definen el tiempo de calidad, así que he aquí mi traducción de lo que dice la versión en inglés de la Wikipedia sobre el ‘quality time’:

El tiempo de calidad es una referencia informal al tiempo compartido con la familia, la pareja o los amigos que es de algún modo importante, especial, productivo o provechoso. Es tiempo que se reserva para prestar atención plena e indivisa a la persona o tarea en cuestión. También puede referirse al tiempo dedicado a realizar alguna actividad favorita.

Para completar el mapa, también he traducido la entrada del Cambridge Dictionary:

Tiempo que pasas con alguien, prestándole toda tu atención porque valoras la relación.

Muy bien, ahora que ya sabemos de qué hablamos, vamos a ver cómo podemos lograr más tiempo de calidad con nuestros hijos y nuestra pareja.

Planes frustrados y gratas sorpresas

Vamos a comenzar con una historia: Planificas una noche de «tiempo de calidad» con tu pareja. Reservas mesa en vuestro restaurante favorito y una suite en un hotel de cinco estrellas. Ya puedes imaginar las sonrisas de complicidad durante la cena, ese postre delicioso con tres tipos distintos de chocolate y un encuentro sexual digno de Las mil y una noches.

Sin embargo, a pesar de los preparativos, la cosa falla. Tu pareja ha salido estresada del trabajo y parece que tiene la cabeza en otro lugar. En el restaurante os han puesto junto a una mesa llena de garrulos celebrando una despedida de soltero. Y cuando llegáis al hotel, no tenéis ganas ni de encender la tele.

No te deprimas, ahora te contaré otra historia que te gustará más.

Ha llegado el fin de semana. Has estado todo el día en la montaña con tu pareja y los críos. Ha hecho un tiempo fantástico y lo habéis pasado en grande. Los peques han llegado a casa agotados, son las ocho de la tarde y ya están dormidos como troncos. Te sientas en el sofá con tu pareja. Charláis animadamente sobre lo bien que lo habéis pasado en la naturaleza. Os reís mucho y sentís una conexión renovada. Hace mucho que no os sentíais así. Sin saber cómo, te das cuenta de que ya no lleváis ropa y… ¡madre mía! ¡Aquella escena que habías imaginado en la habitación del hotel está siendo superada por otra mucho mejor en vuestro sofá!

Y es que nuestras experiencias más especiales pueden tener lugar en cualquier momento; incluso en los momentos más inesperados y menos planificados.

Cómo pasar más tiempo de calidad en familia

Repasemos lo que ilustran las historias de más arriba:

  1. Un buen plan no nos garantiza el tiempo de calidad que esperamos conseguir con él.
  2. Hay muchos momentos de calidad que surgen de manera inesperada, sin planes ni expectativas previas.

Así que, si los planes no siempre funcionan y el tiempo de calidad nos sorprende cuando menos lo esperamos, creo que la mejor manera de garantizarse más tiempo de calidad con las personas a las que más queremos es dedicarles más tiempo. Esta es mi fórmula:

Más cantidad de tiempo en familia = más tiempo de calidad en familia

Cuentan que Picasso decía que la inspiración tiene que pillarnos trabajando; y estoy de acuerdo. La obra maestra no es el fruto de un momento de inspiración, sino el producto de años de trabajo constante del artista. De la misma manera, el tiempo de calidad en familia es el fruto de la cantidad de tiempo en familia.

Para vivir muchos momentos especiales con nuestros seres queridos, lo mejor es pasar mucho tiempo con ellos. Tiempo normal y corriente. Tiempo ordinario. Y sí, claro, también momentos extraordinarios que rompan la rutina.

Este es el camino más seguro hacia unas relaciones familiares más plenas.

El pastel y la guinda

Yo no no quiero que cuando muera mis hijos me recuerden porque los llevé a Disneyland —por cierto, no pienso llevarlos—, sino porque estuve con ellos cada día. Quiero que me recuerden porque les ayudé a hacer sus deberes siempre que lo necesitaron; porque cenamos juntos miles de veces; porque hicimos ese puzzle de Peppa Pig 3.748 veces; porque les leí cientos de historias antes de dormir; porque además de enseñarles a montar en bici, salíamos a pedalear juntos…

Lo mismo pienso de mi relación de pareja: lo que cuenta es el día a día, no las vacaciones en Tailandia. Lo mejor que puedo hacer para cuidar y nutrir mi vínculo con Ana es estar ahí cuando ella me necesita; es escuchar cada noche sus preocupaciones e intentar ayudarla como pueda; es darle un masaje en los pies mientras vemos otro capitulo de Suits; o preparle el café cada mañana antes de salir para la oficina.

El viaje a Disneyland o las vacaciones en Tailandia podrían ser la guinda sobre el pastel, claro que sí. Pero, ¿para que querría yo esa guinda sin el pastel?


Fotografía: Andre Hunter - Unsplash (libre de derechos)