Marruecos es un país tan cercano como exótico, con una rica historia que ha dejado un legado arquitectónico y patrimonial sin precedentes. Dicho legado, que sin duda ha contribuido a extender el halo de misterio que desprende el país norafricano, representa una oportunidad única para admirar verdaderas maravillas artísticas de la arquitectura islámica.

Aunque las ciudades de Marruecos presentan todo tipo de construcciones dignas de visitar, lamentablemente hay ciertos espacios vetados para el visitante occidental, como es el caso de la mayoría de las mezquitas, las cuales merece la pena admirarlas así sea por fuera. Hay otras visitas que también son imprescindibles a la hora de visitar el vecino país, como los mausoleos, medinas o palacios de factura más reciente. A continuación, haremos un repaso por los 10 palacios y mezquitas impresionantes de Marruecos.

1. MEZQUITA HASSAN II, CASABLANCA

Sin lugar a dudas, se trata del templo más importante de Marruecos y es que la mezquita Hassan II, no sólo tiene el minarete más alto del mundo (cerca de 200 metros), sino que además es la segunda mezquita más grande del mundo. Su ubicación, en el boulevard Sidi Mohammed Ben Abdallah, un importante paseo marítimo en Casablanca, permite vistas extraordinarias de la estructura inaugurada en 1993.

Su construcción, encargada por el monarca Hassan II, se inspiró en un verso del Corán que dice: “Y su trono se construirá sobre las olas”, de ahí que su emplazamiento sea justamente al lado del mar y perfectamente visible desde muy lejos. Vale la pena recorrerla por fuera para admirar cada uno de los detalles artísticos que posee en su fachada, obra de expertos artesanos traídos de todos los rincones de Marruecos. Por fortuna, se trata de la única mezquita de Marruecos abierta para todo público, aunque la visita es estrictamente de carácter guiado.

EN BREVE – CASABLANCA
Cómo llegar:

Avión: Casablanca se encuentra a menos de dos horas de vuelo desde Madrid, ciudad que ofrece rutas directas con Ryanair y Royal Air Maroc. Tendrás unos 25 minutos más de vuelo desde Barcelona, con opciones de vuelos baratos a elegir entre Vueling, Ryanair y Air Arabia.Las visitas guiadas se realizan en inglés, francés y español y tiene un coste de 120 dirhams por persona (12 euros). Para la visita se recomienda llevar pantalones largos y los hombros cubiertos, incluso en verano.
2. MEZQUITA KOUTOUBIA, MARRAKECH

Una de las mayores representaciones de la arquitectura almohade en Marruecos es esta mezquita, la principal y más antigua de Marrakech. Terminada a mediados del siglo XII, continúa siendo una de los ejemplares más importantes del mundo islámico y con 69 metros de altura, la estructura más alta de la ciudad imperial. De hecho, no se pueden construir edificios más altos en Marrakech.

EN BREVE – MARRAKECH
Cómo llegar:
Avión: Marrakech es uno de los principales destinos turísticos del país y cuenta con muchas conexiones aéreas desde España, con vuelos directos con Ryanair e Iberia desde Madrid y Ryanair y Vueling desde Barcelona.
3. PALACIO REAL, FEZ,

A pesar de que es uno de los iconos más representativos de Marruecos, no es posible visitar el interior del Palacio Real de Fez. Se trata de una verdadera pena porque a juzgar por el impresionante exterior y las siete doradas puertas de bronce que conducen al palacio, se trata de una obra de arte sin parangón, llena de mosaicos de pequeños azulejos, relieves Construido en el siglo XV fuera de la antigua medina, por sus enormes dimensiones, las 80 hectáreas del palacio son propiedad del rey Mohamed VI de Marruecos. Se encuentra muy cerca del Barrio Judío de Fez.

EN BREVE – FEZ
Cómo llegar:
Avión: Aunque Fez no es de los destinos más tradicionales para viajar en avión a Marruecos, Ryanair ofrece vuelos directos a esta ciudad desde Madrid y vuelos haciendo una escala con Vueling o Royal Air Maroc. Barcelona, por otra parte, dispone de vuelos directos a Fez con Vueling y Ryanair.
4. TORRE HASSAN II, RABAT

La Torre Hassan II es un ejemplo de una obra monumental que quiso pero no pudo ser. Lo que comenzó como un deseo del sultán Yaqub al-Mansur en construir la mezquita más grande del mundo en el siglo XII, terminó con la construcción de una sola torre que tampoco alcanzó su altura proyectada al no continuarse las obras en 1199. El alminar de la actual mezquita de Rabat, la capital de Marruecos, mide 44 metros y se encuentra en una gran explanada rodeada de un bosque de pequeñas columnas, un conjunto que forma parte del mausoleo de Mohamed V, el primer rey de Marruecos independiente.

5. MAUSOLEO DE MOHAMED V, RABAT

Otro gran esfuerzo colaborativo, donde participaron más de 400 artesanos marroquíes, es el Mausoleo de Mohamed V, un monumento sepulcral donde descansan los restos del rey Mohamed V y sus hijos Hassan II y Mulay Abdellah. El mausoleo, ubicado en la misma explanada de la Torre Hassan II, es una sobria construcción de estilo árabe-musulmán marroquí, la cual tiene más de 1.500 metros cuadrados y está recubierto de mármol blanco italiano. Se puede visitar únicamente en su nivel de acceso, un balcón perimetral que da vistas a los sarcófagos del sultán y sus descendientes, así como a la impresionante cubierta superior, donde es posible admirar el fino trabajo artesanal de sus muros cubiertos de azulejos de colores.

6. MEZQUITA SIDI BOUABID, TÁNGER

Tánger, otro de los destinos turísticos más demandados de Marruecos, guarda entre muchos de sus tesoros el de esta mezquita de 1917, la cual es visibles desde prácticamente cualquier punto de la ciudad. Ubicada junto al Gran Zoco, la construcción de estilo alauita es otro ejemplar de la exquisita artesanía marroquí, que lamentablemente, también debemos conformarnos en ver únicamente desde fuera.

7. MEZQUITA MOHAMED V, AGADIR

Agadir, ciudad costera de unos 670.000 habitantes en la vertiente atlántica de Marruecos, es una moderna urbe al sur de Essaouira que cuenta con dos importantes mezquitas. Una de ellas es la de Mohamed V, la cual se ubica en el concurrido barrio de Nouveau Talborjt. Construida en la década de 1960, es la más grande de la ciudad y presenta hermosos detalles decorativos de madera en su blanca fachada, los cuales sólo pueden ser admirador desde el exterior por la imposibilidad de visitarla si no se profesa la fe musulmana.

8. BAB MANSOUR, MEKNES

A medio camino entre Fez y Rabat, se halla Meknes, una de las 4 ciudades imperiales de Marruecos, la cual merece la pena una visita si visitas alguna de estas ciudades vecinas. Uno de los principales monumentos de esta ciudad, si bien consta de mausoleos, mezquitas y madrazas, es la Puerta de Bab Mansour, una de las puertas monumentales de la ciudad. Construida en 1732 por el sultán Ismaíl de Marruecos, es la puerta más grande del país (16 metros de altura) y una de las mejor conservadas. Se cubre de especial belleza a la hora del atardecer, donde la iluminación saca a relucir sus trabajados mosaicos y sus columnas de mármol.

9. TUMBAS SAADÍES, MARRAKECH

Este mausoleo, descubierto y abierto al público en 1917, es un conjunto de tumbas donde reposan los restos del sultán Ahmad al-Mansur, su familia y aproximadamente 100 tumbas pertenecientes al cuerpo de servicio y defensa de la dinastía saadí. Este necrópolis a pequeña escala, data del siglo XVI y consta de tres habitaciones, las cuales fueron restauradas en su totalidad tras su descubrimiento. El sitio destaca por su gran belleza artesanal, especialmente en la Sala de las 12 columnas, las cuales están fabricadas en mármol de Carrara, con un techo de madera de cedro con relieves de oro y hermosos azulejos esmaltados por doquier. Está ubicada a unos 800 metros al sur de la plaza Jemma el Fna, en la Rue de la Kasbah.

10. PALACIO DE LA BAHÍA, MARRAKECH

Entre los muchos atractivos de la ciudad de Marrakech, se encuentra este palacio construido en el siglo XIX, el cual fue encargado por el sultán Si Moussa, con miras a ser el palacio más espectacular del mundo. Lleno de patios, jardines y pasillos, el palacio es una suprema muestra de la arquitectura marroquí, donde se puede apreciar desde cerca, la riqueza artística de los techos de cedro pintados, los trabajos decorativos en puertas de madera y los intrincados mosaicos en suelos, arcos y paredes. Por desgracia, su estado de conservación no es el mejor y en algunas partes deja mucho que desear, al menos en comparación con otros palacios marroquíes, pero sí deja entrever la gloria de épocas mejores. La entrada vale 10 dirham por persona (poco menos de 1 euro) y se puede visitar desde las 8:30 hasta las 11:45 horas y luego de 14:00 a 17:45 horas (hasta las 19:00 horas en verano).

Sobre El Autor

Arquitecto de profesión, soy un apasionado de los viajes, la fotografía y nuevas experiencias. Desde que comencé una nueva vida en Barcelona hace más de 10 años, he podido darle rienda suelta a estas aficiones y convertirlo en un modo de vida.He viajado por buena parte de Europa llegando a visitar Portugal, Bélgica, Países Bajos, Alemania, Reino Unido, Italia, Croacia, Francia, Letonia, Suecia, República Checa y Eslovaca, Austria y por supuesto España. También me dejado ver por la parte este de Canadá y Marruecos.Países que he recorrido extensamente son Venezuela y la costa este de los Estados Unidos, sitios que además fueron en su momento lugares de residencia. Uno de mis viajes más memorables fue sin duda el Transiberiano, recorrido que me llevó a conocer tres grandes países: Rusia, Mongolia y China.Mis experiencias viajeras y la visión de mi mundo la vuelco en mi blog El Arquitecto Viajero.

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