Este producto se emplea en la gastronomía asiática y hoy en día, su uso se está extendiendo como medio alternativo para perder peso. Intenta imitar al arroz o a la pasta pero no lo es, ni de lejos. Sobre todo porque el arroz y la pasta son alimentos ricos en hidratos de carbono con un contenido energético medio que ronda los 330-350 kcal/100g, y esta alternativa está carente de hidratos de carbono y es baja en calorías con 9 kcal/100g. Entonces, si no es pasta qué es. Lo analizamos y comprobamos en su composición que sus ingredientes son fundamentalmente agua y harina de konjac. 

Konjac, el protagonista saciante

Estamos hablando de la raíz de una planta originaria de Asia del Este que contiene entre un 49%-60% de fibra de glucomanano. Lo que hace que el producto absorba grandes cantidades de agua haciendo que aumente su volumen original, saciando al comensal. El resto de los componentes son; almidón (10-30%), fibra soluble, proteína, 3-5% azúcares y minerales. Se usa en cocina por su efecto saciante y por su textura gelatinosa pero desde luego no por su sabor… porque de hecho, no sabe a nada. 

Efectos secundarios

Si comes en grandes cantidades has de saber que el glucomanano no está exento de efectos secundarios potenciales. Son estos; 

• Obstrucciones del esófago, garganta o intestino. De hecho, la UE prohibió la utilización del konjac como aditivo en gominolas de gelatina destinadas a niños.

• Malestar gastrointestinal. El alto contenido en fibra ejerce un efecto laxante, pudiendo causar diarrea, heces blandas y flatulencia.

• Posible interacción con medicamentos. Puede reducir su biodisponibilidad si se toman al mismo tiempo.

Si quieres perder peso no pierdas la cabeza

En conclusión, esta pasta saciante e insípida está seduciendo a aquellos que desean perder peso, pero en OCU te aconsejamos que sigas una dieta equilibrada en vez de acudir a sustitutivos que además en grandes cantidades pueden tener efectos secundarios adversos.