El pequeño detalle de diseño en las tarjetas que quizás no habías notado

Probablemente no encuentres muchas similitudes si echas una ojeada a varios carnets de los que lleves en la cartera o el monedero: el DNI, la tarjeta del banco, el carnet de conducir, la de la biblioteca o la sanitaria. Seguro que has reparado, eso sí, en que tienen el mismo tamaño: 5,4×8,6 cm.

¿Y por qué son todas del mismo tamaño? Por supuesto, por comodidad. Pero este tamaño también tiene su explicación. Las tarjetas de crédito tienen que seguir el estándar ISO 7810, que regula desde su tamaño hasta el radio de sus esquinas redondeadas y el grosor (0,76 mm). Así se consigue que sean del sistema o banco que sean, todas las tarjetas se puedan leer correctamente en las máquinas.

Y este tamaño concreto que marca la normativa también tiene su explicación. La relación entre el ancho y el alto es prácticamente una proporción áurea. Esta proporción se asocian a la belleza y está muy presente en la naturaleza, por lo que a lo largo de la historia muchos artistas han considerado que el ser humano se siente naturalmente atraído hacia ella.

Pero no se trata solo del tamaño, grosor y proporción. La mayoría de tarjetas que llevamos en la cartera tienen un detalle de diseño que suele pasar desapercibido. Veamos cuál:

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La mayoría de tarjetas concentran la información fundamental (título, logo del banco, etc) en la zona 10% superior del diseño. No se trata de una casualidad: en la mayoría de modelos de carteras y monederos, este es el área que sobresale, de manera que es mucho más rápido elegir la que necesitemos.

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