Cádiz tendrá chiringuitos en invierno

No han hecho falta anuncios ni extensas declaraciones, la imagen del apretón de manos entre el delegado de Medio Ambiente, Ángel Acuña, y el alcalde de Cádiz, José María González, hablaba por sí sola. Ambos han sido cazados por los medios a la salida del edifico Asdrúbal tras la reunión que ha permitido desbloquear el conflicto de los chiringuitos. Finalmente los negocios continuarán abiertos hasta marzo con un permiso especial mientras el Ayuntamiento tramita el cambio sustancial de las condiciones, el trámite que le venía pidiendo la administración autonómica desde hace un año.

El primero en dar la noticia ha sido el regidor gaditano, justo antes de asistir a la firma de un convenio entre la Autoridad Portuaria y la Universidad de Cádiz.

González asegura que ambas administraciones han logrado entenderse y «se ha llegado a un acuerdo», que no ha sido otro que aceptar la vía que le ha reclamado la Junta. De esta forma, los negocios contarán con un permiso temporal y extraordinario para seguir en activo hasta marzo mientras se tramita esa modificación sustancial que saca a los chiringuitos de los planes de playa y les proporciona un marco administrativo propio.

«Hemos logrado desbloquear por fin la situación», ha aclarado el alcalde que quiere «regular definitivamente un asunto que se podría repetir año tras año». El proceso lo ha comparado con «pasar un sarampión» para conseguir esa tranquilidad legal que necesitan los empresarios y se muestra convencido de que superado el escollo «ya no se volverán a vivir momentos tan desagradables como los de estas últimas semanas».

«Ya está todo claro y todas las partes están contentas, que era mi principal objetivo al acudir a la reunión de esta mañana», ha insistido. Por lo visto el encuentro ha debido ser revelador, pues hasta momentos antes del mismo el Ayuntamiento había mostrado su negativa a solicitar el cambio administrativo justificando su decisión en que ese trámite vulnera las condiciones del concurso público de 2014 mediante el que se adjudicaron los chiringuitos y podrían encontrarse con una demanda.

No obstante, el equipo de Gobierno ha decidido llevarlo a cabo, como el resto de municipios de la provincia que ya tienen concedido ese cambio. A este respecto, González Santos ha aclarado que «tenemos que actuar en base a la normativa de la administración competente y la administración competente nos dice que procedamos de esta manera». «La Junta de Andalucía nos dice igualmente que hay un amparo al que puede acogerse el Ayuntamiento en caso de que haya una reclamación de terceros», ha asegurado, tras dejar claro que «no podemos gobernar con el miedo a que nos pongan reclamaciones, porque debemos ser leales a los ciudadanos».

El delegado territorial de Medio Ambiente también ha querido dar su versión, que ha ofrecido en un tono aséptico, lejos de reproches ni nuevas confrontaciones. En declaraciones a los medios en la Delegación del Gobierno de la Junta ha señalado que «finalmente el Consistorio solicitará el mismo trámite que el resto de los municipios» y para evitar que los negocios tengan que cerrar, se les concede un permiso especial con vigencia hasta marzo. Ese trámite lo iniciarán mañana mismo y tendrá una duración de al menos cuatro meses.

Enterrada la polémica, los empresarios ya pueden respirar tranquilos, pues todos los establecimientos podrán permanecer abiertos, incluso el que se encuentra instalado en Cortadura que ya había agotado el plazo para seguir prestando servicio. Se trata de Nahu Beach, Malibú, Kala Beach, Potito, Potito Beach y Pikacho's, propiedad de empresarios gaditanos. Cada uno genera entre diez y quince puestos de trabajo que se habían puesto en riesgo por el enfrentamiento entre las administraciones. Igualmente la inversión que los concesionarios ya habían hecho para seguir operativos y que amplía la oferta de ocio de la capital gaditana.