Siempre he escuchado esa frase, incluso hasta memes tiene, pero lo cierto es que no tengo idea de hasta dónde se puede considerar que se regala el trabajo o si basta con decirlo explícitamente -o existen parámetros para llegar a esa conclusión-. Vivimos en Latinoamérica, en nuestras profesiones ligadas a las comunicaciones, diseños, publicidad y mercadeo, la competitividad por ser los mejores se respira en cada campaña, en cada spot, en cada agencia y eso nos hace ser los profesionales destacados que con toda propiedad afirmo que somos en el mundo. No es cuestión de dinero Es lógico que lleguemos a esa conclusión cuando uno de nuestros colegas ofrece sus servicios a menor precio e inclusive cambiándolo por un servicio o producto. Sin embargo, cuando trabajas más de lo que debes y aun así no existe ninguna recompensa de ninguna índole a cambio –ni un mensaje de texto de tu jefe que diga ¡Katherine lo hiciste excelente!-, perdóname que te diga que estas regalando tu trabajo. La cuestión no solo es hacer demás, puede que te sientas inspirado y lo hagas, puede que sientas que es tu deber dar más de ti, pero si tu paga no representa lo que realmente es tu trabajo, ahí te estas regalando. En mi primer empleo como periodista, sentí que regalaba mi trabajo. No solo fue por el hecho de ver que la remuneración era poca (no conozco a ningún periodista de verdad que sea millonario), sino que la seriedad con que tomaban mi cargo era casi inexistente. 5 ítems a tener en cuenta para no regalar tu trabajo Todos tenemos una concepción diferente de lo que significa el trabajo y de lo que deberíamos cobrar por él, justamente existe una frase que explica ese sentimiento que muchos de nosotros ha tenido sobre cómo cobrar nuestros honorarios o proyectos. “Vender es ayudar y ayudar no tiene que ser gratis”, si te parece muy ruda te regalo esta otra “Si quieres vivir de tu profesión tendrás que cobrar”, que es más realista y menos pesada.
- Define tus metas: No solo las de vida sino financieras. Siempre pasa que queremos dedicarnos de lleno a algo pero no tenemos idea de cuánto cobrar por ello o ni sabemos cuánto esperamos ganar. Lo ideal es que tengas metas respecto a tus labores para así incentivarte a realizarlas.
- Tiempo invertido, dinero que suena: En mi aun ávida experiencia con las comunicaciones, me he dado cuenta que cobrar puede ser algo estresante, incómodo y perturbador, creemos que porque no estamos ofreciendo nada sólido (físicamente), el precio puede variar y que los demás tienen el derecho a regatear nuestras tarifas, pero nuestro deber (aun cuando nuestro trabajo sea tan abstracto como un poema) es cobrar por lo que sabes.
- Ten confianza: Tal vez tu profesión la compartes con 3 millones de personas más, pero el modo en cómo lo llevas a cabo es único. Tus conocimientos te hacen valioso, cuando de verdad así lo creas verás la importancia de la remuneración económica.
- Analiza cuanto vas a cobrar y crea una estrategia: (el titulo lo dice todo), evalúa si tu labor es especializada, si es manual, si involucra demás personas, si es muy demandada, si asesoras o si de plano vas a empezar de cero con un proyecto etc. Y sacarás tus conclusiones respecto a cuanto cobrar y por qué cobrar tal cantidad.
- El mejor momento es hoy: Cambia de actitud y mentalidad, comienza a confiar en tu potencial y en el valor que aportas como profesional e imprímele de tu buena vibra y tú particular estilo para que vayas asentando las bases de tu personal branding.
Intercambio vs Regalo Haciendo este artículo, un compañero me preguntó ¿consideras que trabajar por un sueldo por debajo de tus aspiraciones financieras es regalar lo que haces? Y confieso que la respuesta no me fluyó tan fácil. En un momento tan delicado como el que pasa mi país, tener un empleo es un lujo -ganando por debajo de lo que deberías o trabajando para transnacionales que no te pagan en dólares sino en la moneda nacional devaluada e hiperinflada-. Puede que tu ética personal te diga que trabajar por un salario mínimo siendo experto en tu área sea un regalo, pero si ves el lado positivo y logras explotar tu potencial verás que puede ser un intercambio -de conocimientos, de experiencias, de vivencias una plataforma para conseguir un nuevo y mejor empleo. Ánimo que sí se puede. Imagen cortesía de iStock
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