Un paseo por Santo Domingo

06/09/2016

Dominican Republic

La República Dominicana, en el archipiélago de las Antillas Mayores, vio la llegada de Cristóbal Colón, y siglos después, la de millones de turistas. Todo el mundo tiene un conocido que hizo su viaje de bodas a Punta Cana, o a algún familiar que se fue a Playa Bávaro. Pero, ¿qué sucede con Santo Domingo, la capital? Si quieres viajar a ritmo de merengue, ver arquitectura colonial, disfrutar de playas y de la gastronomía criolla, no lo dudes, viajar a Santo Domingo será un acierto.

Pistas para descubrir Santo Domingo

Santo Domingo es la ciudad europea más antigua del Nuevo Mundo. De hecho, en ella encontrarás el primer castillo, la primera iglesia, el primer sistema de alcantarillado y la primera carretera pavimentada de América. Aún pervive el aire colonial de la ciudad, y, precisamente, la arquitectura colonial nos brinda maravillosos escenarios para dar un paseo por Santo Domingo.

Zona Colonial

Frente a la desembocadura del Río Ozama, se encuentra este vestigio de la primera presencia española. Pisando vetustos adoquines nos adentramos en esta zona que fue declarada Patrimonio de la Humanidad. Es una de las zonas que concentra más visitantes de todo Santo Domingo.

Las calles principales por donde pasear son Calle Las Mercedes, Calle El Conde y Calle Las Damas. Hay más de trescientos lugares históricos que visitar, como la castrense Puerta de la Misericordia, que forma parte del Baluarte del Conde, o la Catedral de Santo Domingo, o Catedral Primada de América, cerca del Parque Colón, la primera del continente y que, durante algún tiempo, albergó, dicen, algunos restos de Cristóbal Colón. También debes visitar el Alcázar de Colón, donde vivieron tres generaciones de la familia Colón y que hoy alberga el Museo del Alcázar, una estupenda forma de viajar hasta el siglo XVI.

Una playa familiar

Si tienes mono de playa siempre puedes escaparte a la Playa de Boca Chica, a tan solo treinta kilómetros de Santo Domingo. Más de cinco kilómetros de arena fina, y aguas poco profundas que apenas llegan a la cintura de los bañistas, nos esperan para disfrutar de la familia. Puedes practicar todo tipo de actividades acuáticas, y encontrarás variada oferta de restaurantes y artesanía de recuerdo.

A la rica gastronomía

El centro histórico de Santo Domingo está lleno de restaurantes. Si te acercas a la calle Del Conde y Calle Las Damas, o frente al Alcázar de Colon, en la Plaza de España, no te va a faltar ofertas. Muchos son locales bellamente restaurados en edificios históricos, por lo que a la experiencia gastronómica se une la arquitectónica.

Si no sabes cuales elegir, siempre va bien recurrir a los clásicos como el Bar El Conde, con buena ubicación y servicio excelente, o también los típicos Lulú Tasting Bar, llamados así por la mujer que llegó a Santo Domingo en busca del amor del pirata Johannes Frederikzoon, o el siempre animado Conuco. Imprescindible comerse un plato de locrio, un clásico de la cocina criolla dominicana, que se parece a nuestra paella española.

Y para bajar un poco las calorías de la cena, siempre nos podemos despedir de Santo Domingo a ritmo de merengue, cantando aquello de Juan Luís Guerra de “la guagua va en reversa”.

Fotografía| Adam Mizrahi