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La normalización de relaciones entre Turquía e Israel abre una vía de estabilidad en Oriente Próximo

Ankara enviará a la franja de Gaza este viernes el primer cargamento de ayuda humanitaria

El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (izquierda), y el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ayer en Roma
El primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu (izquierda), y el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, ayer en RomaGiuseppe Lami (AP)

Ni “victoria diplomática para mejorar la situación humanitaria en Gaza”, como proclama Ankara, ni “destierro de Hamás de su base de operaciones en Turquía”, como alardea el primer ministro Benjamín Netanyahu. El acuerdo para la normalización de relaciones entre Turquía e Israel, oficializado este lunes tras seis años de desencuentros, es un pacto de intereses mutuos que gira en torno al negocio del gas natural en el Mediterráneo Oriental y a su condición de aliados de Estados Unidos en una región clave. El asalto israelí en alta mar a la flotilla encabezada por el Mavi Marmara, en el que murieron 10 ciudadanos turcos en 2010, arruinó una relación estratégica de décadas. El entendimiento alcanzado ahora para reanudar los lazos diplomáticos con plenitud es también un mensaje de advertencia para Irán y Rusia, implicados en el conflicto de Siria del lado del régimen de Damasco.

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Netanyahu se apresuró a reconocer este lunes en Roma, donde se entrevistó con el secretario de Estado de EE UU, John Kerry, que la normalización de relaciones con Turquía tendrá “inmensas implicaciones para la economía israelí” y aportará estabilidad a la región de Oriente Próximo. Kerry lo celebró a su lado: “Es un paso que queríamos ver”, informa Reuters. Israel cuenta con grandes reservas de gas natural en sus aguas territoriales. Una vez cubiertas sus necesidades energéticas con el yacimiento Tamar, se ve obligado a exportar los excedentes del gigantesco campo Leviatán. Con un mercado regional limitado a Jordania y tras el descubrimiento de ingentes reservas en aguas de Egipto —su teórico mercado natural—, Netanyahu se ha visto forzado a buscar una conexión con Turquía y su red de gasoductos hacia Europa.

“Oriente Próximo está sumido en un torbellino de enfrentamientos. Nuestra política es ir creando islas de estabilidad con algunos países vecinos”, argumentó Netanyahu en Roma tras el pacto. “Este es un acuerdo que es bueno para ambas partes”, apostilló, antes de advertir de que Israel seguirá manteniendo el bloqueo naval, además del terrestre, a la Franja palestina. “Pero permitiremos que Turquía pueda enviar ayuda a Gaza a través de Israel”, precisó Netanyahu. Su Gobierno ha exigido al de Ankara que impida toda actividad de Hamás, el movimiento islamista palestino que controla el enclave costero, en territorio turco contra los intereses de israelíes, incluida la captación de fondos. Turquía, sin embargo, seguirá manteniendo lazos políticos con Hamás

El primer ministro turco, Binali Yildirim, aseguró a su vez en una conferencia de prensa en Ankara que se han cumplido las principales demandas de Turquía: una disculpa israelí por el ataque a la flotilla del Mavi Marmara; el pago de compensaciones —en torno a los 20 millones de euros– para los familiares de las víctimas, y se han tomado medidas para “aliviar” el bloqueo a Gaza al permitir la entrada de ayuda humanitaria y de cooperación turca. La pretensión inicial de Ankara de lograr un levantamiento total del bloqueo a la Franja ha sido finalmente rebajada a fin de alcanzar el acuerdo.

Yildirim anunció que el primer barco con 10.000 toneladas de ayuda humanitaria para Gaza partirá el próximo viernes desde la localidad turca de Mersin con destino al puerto Ashdod, en el sur de Israel, de donde será llevada a Gaza. “La ayuda no se quedará ahí, habrá más barcos”, afirmó el mandatario turco. “Nuestros amigos palestinos han sufrido mucho, gracias a este acuerdo podrán respirar”.

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Está prevista además la construcción en Gaza del Hospital de la Amistad Turco-Palestina, con capacidad para 200 camas, y edificios residenciales que serán levantados por la empresa pública turca TOKI. Igualmente, en Cisjordania, Israel autorizará inversiones turcas para poner en marcha una zona industrial y de libre comercio en Yenín. El suministro de agua y electricidad a Gaza es uno de los temas “más urgentes”, dijo Yildirim, quien dijo que su país se muestra abierto a la cooperación con empresas de otros países –según la prensa turca, compañías alemanas estarían interesadas– para solucionar los continuos cortes de suministro de energía y la falta de agua potable mediante la implantación de desalinizadoras. Un 90% de los acuíferos de la Franja están contaminados.

“La normalización de relaciones cubre un buen número de asuntos. Pero las relaciones económicas y la cooperación regional tendrán prioridad”, afirmó el primer ministro turco. El país euroasiático espera también que, en un año que el turismo se ha desplomado, los veraneantes israelíes acudan al rescate del sector, como ocurría antaño.

Antes de viajar en las próximas horas a la región, el secretario general de la ONU, Ban Ki-moon, dijo este lunes que el acuerdo entre Israel y Turquía envía “una señal de esperanza para Oriente Próximo”.

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