Son muchas las conversaciones y charlas que mantengo con respecto a este tema y cada vez estoy más convencido de que la única forma de evolucionar en la gestión de la prevención de riesgos laborales es buscando el aporte diferenciador y colaborativo que permita mejorar la gestión empresarial.

Cumplir con la legislación vigente o reducir/evitar la siniestralidad son y seguirán siendo factores higiénicos (Order Qualifiers) que debemos gestionar con eficiencia. Sin embargo, como empresarios y técnicos de prevención, cada vez más debemos buscar los factores diferenciadores preventivos (Order Winners) que nos permitan apoyar y mejorar la competitividad de nuestras empresas.

En la mayoría de conversaciones y charlas que mantengo relacionadas con la Coordinación de Actividades Empresariales observo que el principal problema es que ignoramos qué es coordinar. Sabemos qué es, pero nos olvidamos qué supone. Cuando oímos hablar de este término, casi sin pensarlo acudimos al referente legal, el Real Decreto 171/2004 o el Real Decreto 1109/2007.

En ese tránsito casi instantáneo, y al aplicarlo en nuestro día a día, mezclamos conceptos como evaluación de proveedores, homologación o vigilancia, a los que añadimos inseguridades que vienen en forma de “porsis”, falta de know-how, complejidad en las relaciones comerciales y las responsabilidades legales. Y si también tenemos invitados sorpresa (véase Real Decreto-Ley 5/2011), al final obtenemos un pupurrí de papeles que servirán para llenar nuestros despachos y poco más.

Por ello, la labor del gestor de prevención de riesgos laborales debe centrarse en identificar factores diferenciadores e integrar políticas en las relaciones con clientes, proveedores y otras empresas colaboradores. Para ello, debemos:

  • Integrar, integrar e integrar políticas corporativas con políticas y requisitos preventivos. Véase procedimientos de compras y selección de proveedores en los que se va más allá de solicitud de requisitos y en los que el gestor de prevención es parte activa del proceso.
  • Menos burocracia y más acción. Cuanto más te acerques a la solución de un problema próximo a su origen, menos te costará resolverlo luego. Si tardas menos en reunirte con tus proveedores y definir planes de acción concretos que en pedir un montón de documentos “porsiacaso”, hay algo que no funciona.
  • Comunicar en lugar de informar. Informando das por sentado que se ha recibido el mensaje, pero ¿se ha entendido? ¿ha calado?
  • Equilibrio documental. No pidas papeles, pide documentos o evidencias documentales. Y sobre todo, busca un rating documental con Triple A: Accesibles, Actualizados y Auditables.
  • Herramientas. En la era de las tecnologías de la información, no puedes vivir ajeno a ellas. No por una moda. Sino por productividad. Si llega un momento en el que crees que la mayor parte de tu trabajo lo puede hace un becario o un sistema informático y no es así, deberías replantear algunas cosas.

Es necesario gestionar la coordinación de actividades empresariales como una actividad conjunta, tanto interna como externamente, con capacidad para generar elementos diferenciadores corporativos en positivo.

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Manuel Martín, AREASeys

Socio Consultor/COO de AREASeys. Executive MBA por el IE y Licenciado en Física. Experto en el área de operaciones y PRL, con más de 12 años de experiencia en Perfomance Improvement y gestión de Servicios de Prevención Propio.

Fuente

Este contenido ha sido publicado en la sección Artículos Técnicos de Prevención de Riesgos Laborales en Prevention world.

Manuel Martín | AREASeys

CEO de AREASeys. Executive MBA por el IE y Licenciado en Física
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