Existe la creencia de que el origen del patchwork así como las técnicas y diseños que han llegado a nuestros días se encuentra en la comunidad Amish. Para entender si esta creecia es cierta o no debemos conocer quienes son los Amish.

Debemos situarnos en la Suiza del Siglo XVI, una rama de la iglesia protestante, los mennonitas, fueron perseguidos por ser muy estrictos con los estamentos eclesiásticos, por lo que tuvieron que emigrar a Estados Unidos donde pudieron vivir con libertad religiosa.  Se establecieron principalmente en Pensilvania, Indiana y Ohio. Su primer líder fue  Jacob Ammán (1656-1730), que dio el nombre al grupo y también es quien estableció su doctrina. Actualmente hay unos 22 asentamientos donde viven 200.000 personas.

Viven en comunidades independientes y se rigen por una serie de NORMAS recogidas en un libro al cual denominan ORDNUNG. Estas normas determinan muchos aspectos de la vida de los Amish: color de la ropa, aspecto del cabello,… e incluso la anchura de las costuras de la ropa. Cada comunidad tiene su propio ORDNUNG. La persona que no respete las normas de la comunidad, es expulsada (Shunning) y nunca más podrá volver a formar parte.

La vida de los Amish se caracteriza por su austeridad. Viven completamente al margen del resto de la población y no utilizan ni electricidad ni nuevas tecnologías, porque las consideran una conexión con el mundo exterior y un peligro por el equilibrio de su sistema. En lugar de coches, utilizan carros tirados por caballos. Son profundamente religiosos pero no tienen iglesias, sino que se reúnen a rezar en las casas. Para ellos, la Biblia es la única autoridad, de la cual respetan totalmente su doctrina. Uno de los ejemplos más claros, es que las muñecas no tienen la cara dibujada. Esto, es porque hay un pasaje de la Biblia que dice lo siguiente:

“No te harás escultura ni imagen ni del que hay arriba en el cielo ni del que hay abajo en la tierra, ni del que hay en las aguas de la tierra”

Tienen perfectamente regulados todos los aspectos de su vida, incluso la manera de vestir. La ropa de los Amish está hecha en casa, y las telas que utilizan siempre son lisas y con tonos oscuros. Cada comunidad tiene sus propios colores. De hecho, todos los ornamentos están prohibidos, y también los objetos que recuerdan el ejército (defienden el pacifismo). Por lo tanto, no se permite el uso de botones, cremalleras ni cinturones.

Los hombres no pueden llevar bigote. Se visten con pantalones negros, tirantes y sombrero y  cuando se han casado, se dejan crecer la barba. Las mujeres, visten  falda larga y el cabello recogido en un moño. A menudo se cubren el cabello con una cofia. Esta uniformidad a la hora de vestir, es para evitar ningún tipo de vanidad o de rivalidad. El grupo siempre está por encima del individuo.
Durante la adolescencia, tiene lugar un periodo llamado Rumspringa, durante el cual, permiten que el joven tenga contacto con el mundo exterior a la comunidad: puede beber, fumar, salir,…. En definitiva, puede probar todo aquello que la comunidad amish no permite y puede vivir como un joven no-amish. Después de este periodo, el joven  decide si quiere continuar o no en la comunidad. Pese a  la austeridad de su cultura, en un 90% de casos deciden ser bautizados y continuar en la comunidad. En caso contrario, abandona y decide vivir en otro lugar.
Los niños se escolarizan en las escuelas propias, con maestros amish, y  posteriormente se incorporan al trabajo de la granja. La familia es un factor muy importante en su vida, generalmente tienen entre 6 y 7 hijos. Los hombres trabajan en la granja y las mujeres se dedican a los trabajos de la casa y a los niños. Evidentemente, a un amish sólo se le permite casarse con otro y el divorcio no existe.

En este contexto de vida austera, las mujeres amish empiezan a coser piezas de patchwork a partir del 1800.

Eva Blasi, geógrafa y desde hace tres años, profesora de patchwork.

Apasionada del patchwork tradicional, de su historia y sobre todo de la importancia que ha tenido a nivel social y cultural para muchas mujeres.

Imparte clases en su taller, “Taller de l´Eva” y prepara conferencias sobre la historia del patchwork y los Amish.