Por tres décadas limpió el área verde frente a La Moneda. Pese a su edad, no era su único trabajo.
Carabineras de la plaza ayudaron a cubrir el cuerpo del trabajador.
Foto CLAUDIO CORTES
Como cada día, Mario Cortés (80 años) salió la noche del lunes a las 4 de la mañana de su casa en El Bosque, para iniciar su jornada laboral limpiando la Plaza de la Ciudadanía, frente a La Moneda. Poco antes de las 7:00 se sentó en una banca de Teatinos con Agustinas y se durmió para no despertar.
Tres horas más tarde el SML retiraba su cuerpo en medio del ajetreo del sector. No llegó a su cumpleaños el 17 de agosto.
"Las carabineras de la plaza fueron a buscar un café y al volver encontraron llorando a una señora que siempre lo pasaba a saludar", relató su hija Maritza.
Nacido en Montepatria, IV Región, fue minero por todo el país hasta que el daño a sus pulmones lo cambió a un rubro no menos sacrificado: barrendero desde los 70, primero en el Parque O'Higgins y luego en la céntrica plaza.
Padre de cuatro hijos, abuelo y bisabuelo, enviudó hace dos años. Aunque recibía una pensión -que hoy debía cobrar- no le alcanzaba. Ganaba el mínimo por su turno de 6:00 a 15:00 horas (una hora antes que sus colegas, por su expreso pedido), así que tenía otro trabajo sacando la basura de un edificio cercano.
"Cuando la plaza cerró por remodelación lo mandamos a Santa Ana, pero él quería volver", dijo Luis Bravo, capataz en el sector de la firma "Núcleo Paisajismo", que tiene la licitación del municipio. "Ayer estuvimos juntos y estaba de buen ánimo, contento. Sólo un poco resfriado".
"Estoy triste, 30 años que lo conozco", se lamentaba Carlos Morales (75 años), lustrabotas desde 1972 en esa esquina. "No tengo ánimo, pero estoy trabajando para hacer plata y comprarle una corona de flores", finalizó melancólico.
