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EN ZARAGOZA

Un colegio privado, condenado a indemnizar a un niño que sufrió acoso escolar

El pequeño arrastra desde entonces un «alto nivel de ansiedad» que «ha marcado su personalidad», según la sentencia

ABC

Un colegio privado de Zaragoza ha sido condenado a pagar casi 6.000 euros a la familia de un niño que sufrió acoso escolar («bullying») en el centro de forma prolongada. La situación, de hecho, no acabó hasta que los padres optaron por trasladar a su hijo a otro centro. Esto lo hicieron en octubre de 2012, cuando acababa de arrancar el nuevo curso escolar, lo que hizo que el centro reclamara a sus padres más de 2.000 euros por cuotas y gastos de ese nuevo curso.

Los padres se negaron a pagar y demandaron al centro por los daños psicológicos que el acoso había provocado en su hijo. Al final, el juzgado de Primera Instancia número 21 de Zaragoza ha dado la razón a los padres. Según la sentencia revelada por Herald de Aragón, se desestiman las pretensiones del centro, se exonera a los padres de pagar importe alguno de esos más de 2.000 euros que les reclamaban, y, sin embargo, condena al colegio a pagar a esta familia casi 6.000 euros en concepto de indemnización por el acoso escolar sufrido por su hijo por parte de otros compañeros: 5.326,16 euros de indemnización, más los intereses legales y costas procesales a las qeu también deberá hacer frente este colegio privado, el Liceo Europa.

El «bullying» lo sufrió el pequeño a una edad muy temprana. Cuando sus padres optaron por trasladarlo a otro centro, el niño solo tenía 7 años.

Aunque aquello puso fin al acoso, no ha evitado que el menor arrastre secuelas psicológicas, según da por probado la sentencia. En ella se indica, tal y como recogen los informes de los peritos, que esas «experiencias negativas vividas en sus primeras relaciones sociales fuera del entorno familiar» desencadenaron en el niño «un alto nivel de ansiedad» que todavía arrastra y que «ha marcado su personalidad».

Durante el juicio fueron escuchados los testimonios, entre otros, de personal del centro. Entre ellos los de la tutora del niño en el colegio. La misma sentencia indica que la tutora ha reconocido que se veía «desbordada» por la situación. La medida que aplicó el centro fue la de enviar al niño acosado a la psicóloga. Pero, según el juzgado, aquella solución fue insuficiente, porque «es evidente» que no se ajustó «a la gravedad de la situación» y que «en modo alguno» permitió evitar «los daños psicológicos que finalmente padeció el menor».

Además, con cierto tono de reproche hacia el colegio, la sentencia pone en evidencia que «es curioso que conocemos las medidas que se tomaron con la víctima de los abusos, pero nada se ha dicho sobre las medidas que se tomaron con los agresores, salvo hablar con ellos y reprimirles su comportamiento, algo que es evidente que resultó insuficiente».

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