«Cada familia nos gastamos unos 500 euros de media el año pasado en comprar ordenadores para que nuestros hijos tuvieran enseñanaza digital en 1º de la ESO», se queja la presidenta de los padres y madres del instituo cartagenero San Isidoro, situado en el barrio de Los Dolores.

Según la responsable del AMPA, «nos dijeron que esta inversión nos serviría para toda la etapa de Educación Secundaria, pero no ha sido así, nos sentimos engañados por la Consejería».

Sus hijos comenzaron el pasado curso el proyecto 'Enseñanza XXI', basado en el aprendizaje digital. Los estudiantes terminaron el año con casi todas las asignaturas impartidas a través de ordenador, pero a partir de septiembre sólo seguirán con este formato las materias de Matemáticas, Lengua e Inglés.

Para el resto de asignaturas tendrán que volver a comprar libros de texto, hasta entonces únicamente adquirían licencias digitales de los manuales, algo que según ellos «resulta más económico quecomprarlos en formato físico».

Al margen del aspecto económico, los padres manifiestan que «la Consejería quiere obligar al centro a mezclar las aulas con los estudiantes que anteriormente no se adhirieron a esta iniciativa pionera». Además, «nuestros hijos tendrán que llevar el peso de los libros y el del ordenador cada mañana», destacaron. Y es que los padres piden que Educación mantenga su compromiso inicial de mantener la enseñanza digital durante los cuatro años que dura la enseñanza obligatoria.

Por su parte, la Consejería de Educación aseguró ayer que garantiza la enseñanza digital en las seis asignaturas troncales y que dio libertad al centro para que eligiera las optativas que impartiría de forma digital. La Consejería también indicó que «avisamos al centro a finales de julio por si necesitaba recursos adicionales para aplicar este sistema, pero el instituto no nos ha respondido».