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La Generalitat valora en 934 millones los edificios de la Ciudad de las Artes

El valor contable de las seis construcciones, sin equipamiento, asciende a 732,3 millones de euros

Sólo la ópera alcanza los 440,7 millones, según el inventario de bienes de CACSA

Un total de 934,864 millones de euros. Éste es el valor que Ciudad de las Artes y las Ciencias S.A. (CACSA) otorga a los seis inmuebles que conforman el complejo cultural y de ocio diseñado por los arquitectos Santiago Calatrava y Félix Candela. La empresa pública, que depende directamente de la Conselleria de Presidencia, ha publicado esta estimación en su recién estrenado portal de transparencia.

La cifra final recoge tanto el valor de los terrenos y de las construcciones como el del equipamiento que incorpora todo el recinto, según precisa el inventario de bienes y derechos, que se actualizó por última vez al cierre de 2015.

Con todo, la suma del Ágora, l'Umbracle, el Palau de les Arts, el Museo Príncipe Felipe, l'Oceanogràfic y l'Hemisfèric ni siquiera se aproxima al coste final del complejo. Porque, según los cálculos de la Sindicatura de Comptes, las obras cuadruplicaron el presupuesto inicial para rebasar con creces los 1.200 millones de euros. Lo cierto es que no se trata de una tasación al uso, sino que el inventario refleja el valor contable de los bienes de CACSA. Es decir, el valor que el libro de contabilidad recoge para cada activo. Para calcular este índice se tiene en cuenta el efecto de la amortización acumulada y el desgaste de acuerdo con la vida útil estimada para cada tipo bien. Por tanto, estas estimaciones se revisa la baja al formular las cuentas anuales.

El Palau Reina Sofía es, según el citado documento, el inmueble de mayor valor del complejo. Asciende a un total de 440 millones de euros, si bien el 83% -365,6 millones- corresponde al edificio. Según los informes de fiscalización, el coliseo operístico concentró también los mayores sobrecostes. Presupuestado en 84 millones de euros, los gastos se dispararon hasta los 478, más de cinco veces lo previsto. No se trata de un caso aislado. El desfase de L'Oceanogràfic -el único de los edificios que no fue diseñado por Calatrava- ocupa el segundo escalón del podio. Los 38,9 millones de coste inicial se quedaron muy cortos. A la conclusión del proyecto, la factura remitida a la Generalitat rozaba los 173 millones.

Hoy, su valor contable es de 161 millones de euros (sólo e inmueble ya supone 112) mientras que el del Museo Príncipe Felipe -el tercero en sobrecostes- alcanza los 138,4. En total, la valoración de las seis construcciones -excluyendo terrenos y equipamiento- alcanza los 732,4 millones de euros mientras que el importe del suelo se cifra en 64,5. El capítulo de instalaciones técnicas, maquinaria, mobiliario y utillaje suma 146 millones de euros, según el último inventario de bienes de CACSA.

Las ventas, en crisis

Ciutat Oberta, el portal de transparencia de esta empresa pública, también incorpora el informe del auditor y las cuentas de 2014, las últimas aprobadas hasta la fecha y que constatan un nuevo descenso en el número de visitantes, encadenando así tres ejercicios consecutivos. En total se vendieron 1,73 millones de entradas, sobre todo del Oceanogràfic, la verdadero motor del complejo de ocio. «Por unidad de negocio y un año más, l'Oceanogràfic sigue siendo el edificio que más entradas vende -con más de un millón-, seguido del Museo de las Ciencias (441.522) y del Hemisfèric (287.091)», precisa el informe de gestión de 2014.

En esta línea, se constata la dependencia con el mercado nacional, que representa el 63,3% de los visitantes, de los que el 27,8% procede de la Comunidad Valenciana y el 35,5% restante procede de otras regiones del país. Por contra, la presencia extranjera creció siete puntos porcentuales, hasta alcanzar un 36,7% de cuota.

1 Comentario

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El complejo viene cayendo en número de visitantes desde hace años, y esto desde luego no es achacable a la "crisis" sino a la pobreza de unos CONTENIDOS para atraer turismo, principal motivo para el que se construyó el centro. Todas las reformas que se han venido haciendo, lejos de solucionar la mayor "debilidad" del centro temático, han ido ahondando en su "provincialización". El anterior Conseller tachaba de "propuestas temerarias" cualquier sugerencia que se le propusiera y finalmente consideró que lo "menos temerario" y más imaginativo era la concesión del complejo a una empresa local. El actual Consell ahora se plantea traer la fundacion La Caixa para el AGORA, ¿Que interés turístico tiene tal centro dentro de la Ciudad de las Artes si el visitante nacional tienen esa instalación en sus ciudades? En definitiva una empresa, sea pública o privada no puede funcionar a base de "ocurrencias", y en esas estamos. Izaskun Garcia Azcarraga